Reciclaje inclusivo

El mundo avanza hacia un nuevo modelo económico que va de la economía lineal (extraer, producir, usar y desechar) a la economía circular (utilizar energía renovable, reducir, reusar, reciclar y excluir materiales tóxicos), explica Jane Olley, coordinadora de la Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo (IRR).

En ese proceso, el reciclaje juega ya un papel importante, sobre todo en países de ingresos altos, donde la tasa de reciclaje alcanza el 54%. Sin embargo, en América Latina y el Caribe, donde se estima que “alrededor de 4 millones de personas se sostienen de la recuperación y comercialización de materiales reciclables como el papel, cartón, plástico y metal”, esta tasa apenas llega al 14%.

Para Olley, este porcentaje podría mejorar si se adopta el modelo de reciclaje inclusivo, un modelo que busca mejorar el acceso de los recolectores o buzos al mercado formal a través de actividades que mejoren su situación socioeconómica y el desarrollo de políticas públicas en la Gestión Integral de Residuos Sólidos (GIRS) que incluyan a los recicladores.

Este modelo, sostiene, se caracteriza por tener un sector empresarial fuerte y con buenas relaciones con las organizaciones de base, donde “la voz de los recicladores es escuchada por los gobiernos nacionales y municipales a la hora de diseñar las políticas públicas GIRS”.

En ese sentido, Olley destaca la labor que realiza IRR como la plataforma más importante de América Latina para la articulación de acciones, inversiones y conocimiento en reciclaje inclusivo.

Fundado en 2011, las acciones del IRR en 15 países han beneficiado a 17,000 recicladores; unas 39 municipalidades han adoptado modelos inclusivos de GIRS, se han formado 300 funcionarios en 10 países, nueve empresas aportan y participan en la iniciativa y se han editado 13 publicaciones estratégicas para el sector.

Avances en RD

En República Dominicana, IRR colabora con el proyecto de inclusión de recolectores de base que ejecuta la Red de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental (EcoRed). Este programa, iniciado en 2013 en Santo Domingo Este, Samaná y San Pedro de Macorís, ha permitido la formalización de 25 recicladores y la recuperación de más de 180 toneladas de residuos, así como la formación de tres asociaciones de recicladores y tres centros de acopio. Tres ayuntamientos se han involucrado y las ventas de residuos recolectados se realizan directamente con empresas recicladoras.

Olley fue la oradora principal de la conferencia “Reciclaje inclusivo: experiencias que transforman vidas en América Latina y República Dominicana”, organizada por EcoRed y en la que participaron también representantes del Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal (Cedaf), el Instituto Dominicano de Desarrollo Integral (IDDI) y el Movimiento Nacional de Recicladores.

Según Olley, el IRR procura crear alianzas locales para cambiar la imagen del recolector, resaltando los aportes que hace al medio ambiente. Urge, por ejemplo, que se elaboren políticas públicas donde se les reconozca su labor como prestadores de servicios públicos y se les permita el acceso a servicios básicos, a estudios académicos y a la Seguridad Social. Pero no se trata de filantropía, apunta Olley, sino de crear un negocio sostenible.

En la actividad, Robinson García, del Movimiento Nacional de Recicladores, destacó los avances en capacitación y recuperación de residuos de los recolectores locales y resaltó que aunque anteriormente trabajaban como “buzos” para buscar el sustento de la familia, hoy reconocen su aporte en el mantenimiento de ciudades limpias.

En República Dominicana, según datos oficales, se generan diariamente 10,000 toneladas de residuos.

Vecino Verde

De acuerdo con un levantamiento realizado por el Cedaf en 2013, en el Distrito Nacional laboran unos 1,000 recolectores de residuos sólidos. Esta institución es la creadora de Vecino Verde, un proyecto iniciado en 2015 a partir de un programa que procuraba promover el reciclaje en los ensanches Piantini, Yolanda Morales, Paraíso y Serrallés, en el polígono central.

Vecino Verde procura sacar a los buzos de la calle y formalizarlos, mejorando sus capacidades de transporte y de captar residuos.

Los recolectores son los transportistas de esta logística.

“Van punto por punto a recoger los residuos. Recolectamos aquellos fáciles de manejar: papel, cartón, botellas plásticas y galones. No solo se trata de captar una gran cantidad de los materiales que llegan al vertedero, sino que se recicle.

Coordinamos una logística para que los recolectores puedan llevarse los residuos de la mejor forma posible y quizá un buen volumen, porque ir por dos funditas a un edificio no les es rentable, por el precio del material (venden a 3 pesos el kilogramo de papel, muy poco dinero)”, explica Joel Gómez, encargado de operaciones del Cedaf.

Todavía son pocas las empresas que reciben el material recolectado.

Algunas lo emplean para hacer productos terminados y otras para exportar.

Al Cedaf, dice Gómez, le interesa el reciclaje inclusivo porque involucra a los generadores de residuos, a los ciudadanos, a los recolectores y a las empresas.

En el país, comenta, se recicla poco debido al escaso apoyo de la ciudadanía.

“Mucha gente quiere aportar, pero no concretiza el apoyo. En el polígono central tocamos las puertas de los condominios y muchos vecinos nos dicen que no les interesa. Está ocurriendo un cambio de conciencia pero sigue siendo difícil. Hay establecimientos con contenedores para separar los residuos y la gente sigue mezclando todo. Vecino Verde nace para mejorar la capacidad de los recolectores. Más que recolectar mucho, nos interesa la capacitación y sensibilización de la gente”.

Entre septiembre de 2015 a febrero de 2016, Vecino Verde implementó tres rutas de recogidas quincenales y 24 puntos de acopio e integró tres recolectores. Ya llevan 21,200 kilogramos de papel y cartón reciclados y 2,651 kilogramos de plástico reciclado. Desde septiembre de 2015 a la fecha han sido recogidas 21 toneladas de papel y cartón, para un equivalente a 357 árboles salvados.