La pérdida

Cuando a un humilde y simple mortal se le pierde el gancho para agarrarse el pelo, que es algo sencillo, pero con un gran recuerdo, o no encuentra el gorro de baño para no mojarse los cabellos, uno se desespera. Increíble, pero sí, sólo por eso que no tiene importancia y que es una pequeña pérdida nos inquietamos. Y si eso es así, imagínense a los políticos cuando pierden el ambiciado puesto... Esos si saben y conocen todos los trucos y mañas para ganar. ¿O por qué cree usted que hay tantos pataleos? Es porque sencillamente, todos ‘trabajaron’ para ganar y el resultado no fue el esperado para muchos de ellos. Los que quedaron fuera se quejan porque quieren entrar para beneficiarse, como por lo regular se hace en este país, y los que están dentro no quieren salir, porque quieren seguir ‘trabajando’.

El día del encuentro organizado por los artistas e intelectuales con el presidente Danilo Medina, quien buscaba la repostulación para un nuevo mandato y que ganó, perdí mi celular en el hotel Jaragua, es sencillito, pero es el que usaba, pues a los modernos debo dedicarles tiempo para aprender a manipularlos, y eso es lo que no tengo a veces. Me sentí triste, ya que en él tenía todos los contactos; que tal vez es una tontería. Entonces, debemos comprender a los políticos involucrados en este proceso, pues tenían programado ya su ‘desenvolvimiento’. Deben sentirse fuera de control y literalmente así es, están matándose, diciendo que los que están son los corruptos, pero y qué de los que no ganaron ¿son santos? No, tampoco son fáciles. Muchos de ellos cuando estuvieron en ‘puestos’ no hicieron nada. Eso dizque de que quieren ir o volver para defender al país, es una mentira que ellos no se la creen. Sospecho que cuando están solos con la conciencia, se burlan de ella. Aunque sea a la mala, la callan, y siguen en sus afanes inventando cómo engancharse a ese codiciado poder que tantos beneficios les proporciona a ellos y a los suyos.