Mamá: Tu primer amor

‘Mamá’ es una de las más lindas palabras que tiene el diccionario.

Está formada de cuatro letras que encierran cuanto expresa el verbo amor, sincero e infinito. Con su devoción diaria nos guía a ser personas de moral, de valor y de principios para que en un futuro nos convirtamos en ejemplo a seguir. De pequeños, con el bálsamo de su amor desaparece el dolor de una caída, y de adultos con el mismo bálsamo alivia las penas del alma. El vínculo materno brinda la base emocional que ayuda a formar el ‘yo’ de los hijos, y a estructurar su personalidad, pues como se relacionen en este primer contacto de la vida se inclinarán a relacionarse con su entorno. Quien tiene un lazo fuerte y adecuado con ella será una persona sana emocionalmente. En el desarrollo integral de los hijos hay que tomar en cuenta muchos aspectos, entre ellos la autoestima y confianza del niño. La llegada de un hijo nos cambia la vida, ya no vivimos para nosotros, sino para enseñarles a ellos a vivir. Ellos son ahora la razón de nuestro existir.

Ser madre es un compromiso que envuelve lo dulce y lo amargo donde se ama y se entrega sin condición.

Si tu madre no te ha acompañado en tu vida, hoy es buen día para perdonarla. Agradezcamos a Dios por ella y por la abuela, tía, madrina, amiga, que desempeña ese rol. ¡Felicidades!