Cambia, todo cambia

La vida nos ofrece un abanico de momentos y cosas buenas, pero la mejor de todas es saber que “todo pasa”, nada es eterno y que el tiempo se encarga de colocar cada cosa en su lugar, si estás vivo, el cambio es inminente.

Un “hurra” por eso, porque como dicen por ahí “no hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista”. Últimamente, ando un poco “histórica” como dice mi esposo, me ha dado por reflexionar sobre los diferentes cambios que he vivido, y éstos han sido para mejor. Sí, para mejor. Ya sea para fortalecerme espiritualmente, para aumentar mis finanzas.

No puedo estar más agradecida de la vida de los cambios que he tenido que enfrentar y que justamente ahora enfrento en estos momentos. El problema no son los cambios, sino la actitud que tengas referentes a ellos, y como siempre me digo frente al espejo: Sylvana Marte, lo mejor está por venir. O una frase que me robé y la asumí como propia “Florece y prospera”.

¡No señor!, me niego a pensar que mi futuro está cargado de hechos negativos, cancelo todas esas energías de personas que solo están a tu lado a para atrasarte. Fueeerrraaa!! Los espíritus de miserias, porque yo soy yo.

No crean, amigos y amigas lectoras que me estoy volviendo loca, sino que hay que ver las situaciones con un poco de humor, mientras vamos aprendiendo y nos “sobamos” del duro golpe. Guayyyy!!! También se vale gritar.

Los cambios son parte de la vida, estamos atados al tiempo y todo tiene un principio y un final. Todo está en un perfecto orden absoluto, hay que ser flexibles y fluir, como lo hace la naturaleza, la yerba no dice que quiere crecer, simplemente crece, el ave no se empeña en volar, llegado su momento, vuela.

En el ámbito organizacional hay empleados que se estacan en una gestión del pasado, antes se hacía del tal forma, el jefe que tenía era así o asá, pasan los años y se vive añorando eso que ya fue y no volverá a ser.

También pasa que vivimos la ley del mínimo esfuerzo y no salimos de nuestra zona de confort. Y no es que diga que los cambios no son difíciles, lo son, nos hace una reconfiguración de lo que ya conocemos y hasta nos gasta la energía.

Pero, en mi experiencia, mirar las situaciones desde una manera realista y positiva ayuda a entender el cambio como parte de toda la vida. Como dice una frase de Viktor E. Frank “Cuando no podemos cambiar la situación, estamos desafiados a cambiarnos a nosotros mismos”.