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FÁBULAS EN ALTA VOZ

La inversión de la crianza

Antes la forma de criar imponía, si se quiere, un sistema que hacía que los hijos ‘subiéramos’ al mundo de los adultos para entender sus pensamientos y forma de actuar. Hoy las cosas han cambiado, y ahora somos los padres quienes debemos ‘bajar’ al mundo de los hijos para comprenderlos mejor. Desconocer esta realidad puede que sea el fallo que estamos cometiendo al criar a nuestros hijos en este mundo globalizado y tan moderno. No hay que ser sicólogo para analizar esta situación. El éxito en la formación de nuestros hijos se fundamenta en la confianza, el respeto, la comprensión y el amor que les dispensemos. Es decir, que si tenemos estos conceptos a mano, no será difícil adentrarnos a su mundo para conocerlo y saber qué consejos darles, cuáles amigos convienen, dónde deben ir y dónde no, y por qué hacen tal o cuáles cosas. Esto nos permitirá saber si la ciudad fabulosa que visitan los chicos y las chicas de hoy es lo suficientemente segura para ellos y para su crecimiento físico, emocional y espiritual. ‘Bajar’ a su mundo es lo que les permite a los padres tener una mejor relación con sus vástagos y por supuesto, tener la tranquilidad de saber en qué pasos andan. Bailar con ellos esos ritmos modernos, hablar su mismo ‘idioma’, hacerse cómplices de sus proyectos de vida, ser amigos de sus amigos, mostrar comprensión y dar el consejo en el momento oportuno y sin reclamos, puede ayudar bastante a entender su convivencia en el lugar fabuloso que frecuentan. No está dando resultado halar el látigo de la violencia, como tampoco lo da castigarlos con métodos obsoletos, que a ellos poco les importan. La clave siempre estará en ajustar la crianza a la época en que vivimos y a las necesidades de los hijos y a la de los padres. Debemos recordar y tener muy en cuenta que ya no funciona ser verdugo. Hay que creer en la crianza basada en el respeto, no en el miedo: el miedo se pierde, el respeto perdura. ¡Vamos a ‘bajar’ al mundo de nuestros hijos! Recuerde: ya no es su tiempo, es el de ellos.

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