Otra fase de la campaña

Estos son días muy interesantes. La gente se ve inmersa en una vorágine de propaganda que invade los medios, las calles y todo lo que nos rodea. Hoy tuve una experiencia intrigante. Me llamaron por teléfono y me preguntaron si yo iba a votar por un determinado candidato. Yo contesté que efectivamente yo colaboraba con uno de los principales seguidores de dicho candidato. La muchacha al teléfono insistió preguntándome de nuevo si yo iba a votar por ese candidato, le dije que le acababa de contestar y me ripostó que yo no había contestado si votaría por el !dichoso candidato! No tuve más remedio que colgar, antes de decirle algún improperio.

Estas campañas telefónicas deben de estar en manos de personas con algunos dedos de frente porque el recipiente de la llamada puede decidir votar por otro personaje al constatar la estupidez de los encargados de esta actividad telefónica.

Decidí no volver a contestar el teléfono y dejar que Emma lidie con este tipo de llamadas, las que se multiplicarán a medida que nos acerquemos al día de las elecciones. Ella con su sabiduría campesina podrá fácilmente engatusar a los autores de semejante tipo de campaña. No sé qué otro sistema se van a inventar en estos últimos días, porque ya tienen las redes sociales saturadas. Algo se les ocurrirá, estoy segura y tendré que acudir a Emma para que campee ese nuevo temporal. De todas formas a mi factótum siempre le ha gustado una buena lidia política...