¿El sexo débil?

¿La mujer el sexo débil? Eso está en discusión. El cuerpo femenino tiene gran resistencia, incluso más que el masculino. Así lo afirma la ginecóloga Lilliam Fondeur, quien señala que la fortaleza femenina se evidencia desde el nacimiento hasta el final de sus días.

En caso de prematuridad, dice, que la criatura pertenezca al sexo femenino se considera un factor pronóstico favorable; mientras que, a pesar de experimentar cambios hormonales y embarazos en la etapa reproductiva, la mujer vive en promedio cuatro o cinco años más que el varón.

“Eso depende de muchos factores, y no quiere decir que la calidad de vida sea la misma, pero sí que el cuerpo de mujer es un cuerpo muy resistente”, expresa Fondeur, quien se ha especializado en áreas como Género y Desarrollo y Mujeres y Salud.

La cultura asigna a la mujer el rol de cuidadora y, con tal de cumplirlo, esta se sobrepone e incluso deja en un segundo plano sus propias dolencias y enfermedades.

Factores culturales, además de los físicos y biológicos, inciden en algunos de los problemas médicos más frecuentes entre las féminas.

Mujer y salud Con la obvia excepción de las patologías que afectan los órganos masculinos, la mujer puede sufrir cualquier enfermedad. La prevalencia de uno u otro tipo de dolencia, sin embargo, depende de la etapa de la vida en que se encuentre.

“Cada edad tiene patologías que son más frecuentes”, dice Lilliam Fondeur, ginecóloga y especialista en temas de género.

Especialistas describen algunos de los padecimientos que más aquejan a mujeres en edad reproductiva y adultas mayores:

ITS y dolencias menstruales A partir de la adolescencia, entre los problemas más comunes se encuentran las infecciones de transmisión sexual o ITS -las mujeres no saben cómo protegerse y no están empoderadas para ello-, así como los efectos secundarios de los métodos anticonceptivos.

“Todos los anticonceptivos -dice Fondeur- tienen efectos secundarios como todos los medicamentos, pero los más económicos tienen más efectos y muchas veces muy agresivos”.

Hasta alrededor de los 25 o 30 años las mujeres se quejan de molestias asociadas a la menstruación como la dismenorrea (dolor durante la regla) y el síndrome premenstrual (dolor previo a la llegada de la menstruación).

Aunque existen factores fisiológicos detrás de estas molestias, que se destacan entre las primeras causas de consulta ginecológica, también influyen los condicionamientos culturales.

La ginecóloga cita estudios que demuestran que mientras más apegada está la mujer a los estereotipos de género, más percibe los síntomas menstruales.

“Los síntomas están -aclara la doctora-, pero cómo ella los percibe va muy de la mano con que sea más sumisa, más dócil, que enfermarse es una forma de que me miren...”.

Habría que descartar casos patológicos como la endometriosis.

Cáncer José Ramírez, director médico del Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter, explica que las mujeres tienen una mayor propensión a padecer de males oncológicos porque poseen más órganos blancos, órganos con riesgo de ser afectados por el cáncer con más frecuencia, como mamas, útero y ovarios.

No existen estadísticas nacionales, pero en el Instituto de Oncología el de mama y el de cérvix ocupan el primer y segundo lugar como los cánceres de mayor incidencia.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el de seno es el tipo de cáncer más mortífero entre las mujeres de 20 a 59 años en el mundo; sin embargo, detectado de manera precoz, las posibilidades de sobrevivencia superan el 90%.

Entre los diferentes cánceres que desarrolla la población, dice por otro lado Ramírez, solo uno puede prevenirse “en la totalidad o en su mayor porcentaje” y es uno que afecta a la mujer: el cérvico uterino.

La vacuna que protege contra el virus del papiloma humano, causante de cáncer cérvico uterino, previene este padecimiento con mucha efectividad.

“La vacuna existe en el país”, señala el galeno, “pero no es asequible a todos”, aunque “debería serlo”.

Ramírez afirma que desde el Estado se pueden implementar estrategias para disminuir el cáncer, “programas serios y bien llevados de prevención, que existen en todo el mundo, lo único sería llevarlos a nuestra realidad y hacerlos con compromiso y seriedad”.

Enfermedades cardiovasculares ¿Que la enfermedad cardíaca es una enfermedad eminentemente de hombres? Ese mito fue desmentido hace tiempo, afirma Ana Sánchez, especialista del Instituto Dominicano de Cardiología.

Sánchez cita datos recogidos en los Estados Unidos, donde se ha reportado una muerte por minuto por enfermedad cardiaca en mujeres, lo cual equivale a aproximadamente 500,000 muertes al año: más de las que mueren por cáncer, enfermedades respiratorias crónicas, enfermedad de Alzheimer y accidentes de tránsito.

La cardióloga dice que se ha asociado la enfermedad cardiovascular en la mujer con factores hormonales, pues se presenta con mayor frecuencia en aquellas mujeres posmenopáusicas. “Sin embargo, en los últimos años, en las mujeres entre 35 y 54 años se ha visto un incremento de esta enfermedad, influenciado por la epidemia de obesidad, el aumento de los niveles de colesterol y de diabetes mellitus a consecuencia de la misma obesidad, el consumo de drogas ilícitas, tabaquismo, sedentarismo e hipertensión arterial”.

Respecto a la enfermedad cardíaca, Sánchez dice que existen diferencias fisiopatológicas, así como de presentación clínica y manejo de la enfermedad cardíaca entre el hombre y la mujer. Factores como la depresión, ansiedad y el estrés marital, así como la enfermedad microvascular (de las pequeñas arterias) y el espasmo arterial coronario, se ven con mayor frecuencia en la mujer que en el hombre.

“Las mujeres son atendidas más tardíamente que los hombres, pues se cree que muchos de los síntomas que presentan se deben a la ansiedad. Los síntomas de la enfermedad cardíaca en la mujer son menos específicos, confundiéndose en ocasiones con síntomas gástricos (acidez, epigastralgia, náuseas y vómitos) siendo tratadas como una indigestión; en cambio, el hombre presenta dolor de pecho característico y por eso se le da más importancia”, explica.

Violencia La violencia de género repercute negativamente en la salud. La repercusión mayor es la muerte: Fondeur señala que la cantidad de mujeres víctimas de feminicidio supera el número anual de fallecimientos por dengue.

Por otro lado, la mujer sometida a violencia desarrolla desde problemas gastrointestinales hasta males respiratorios y cutáneos.

“Hay lesiones características como el liquen plano que se ve en mujeres que han sido violadas y eso es bastante frecuente”, expresa la ginecóloga.

Como a la mujer se la ha educado para soportar callada, comenta la profesional de la salud, “llega un momento en que el cuerpo grita lo que la boca calla”.

EMOCIONES EN JUEGO Depresión Según datos de la OMS, las mujeres tienen mayor propensión que los hombres a padecer depresión. Se estima que ellas casi duplican el número de casos de depresión en hombres.

“Incluso ya se habla de depresión de género”, asevera Fondeur.

No resulta extraño, entonces, que ellas se alcen como las primeras consumidoras de antidepresivos y pastillas para dormir.

La presión de cumplir con múltiples roles impacta negativamente las emociones femeninas.

Respecto a la depresión posparto, la OMS informa que esta afecta al 20% de las madres en naciones de ingresos bajos y medio bajos.

Otros problemas médicos ï Complicaciones relacionadas con procedimientos estéticos a los que se someten por la presión social de verse bien.

ï La diabetes, resultado de un estilo de vida y una alimentación deficiente.

ï La artritis y el lupus son más comunes en mujeres. La artritis puede desencadenarse tras muchos años sometidas al sufrimiento y autocontrol.

ï Dolores en la espalda, el cuello y los hombros como manifestaciones de la sobrecarga de trabajo.