Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

MEMORIAS DE VIAJES

Decoración campestre a tono con su nombre

Avatar del Listín Diario
Carmenchu BrusíloffSanto Domingo

En el kilómetro 2.9 de la Avenida 65 Infantería, en San Juan de Puerto Rico, doblamos a la calle 2, donde funciona un restaurante con una decoración encantadoramente campestre. Hace honor a su nombre: Estilo Campo. En su interior, los lindos detalles atrapan mi atención y la de mi hija Carmen, quien hasta aquí me ha traído, aunque también es la primera vez que lo visita. Se enteró por la web. Nos recibe una atenta camarera: Keishaliz. De fondo musical se escucha salsa y demás música movida, pero con sonido tan bajo que permite conversar a gusto. Se promocionan como comida criolla internacional. Los precios, muy baratos: el plato del día es espaguetis con albóndiga. Apenas US$ 5.99. Mas no me apetece pasta. Ofrecen también asopao de pollo, por US$ 8.95. De éste sí tengo antojo, aunque depende de las piezas del pollo con que lo preparan. Pregunto a la camarera. “Con cadera”, informa. ¿Pueden prepararlo con pechuga? No me gusta la cadera. Va a la cocina y de vuelta trae la buena noticia: lo harán con pechuga, y el precio queda igual. Echamos un vistazo a la decoración, deambulando por el local. Lo único que me resulta extraño es que, en una ilustración de gallos, las palabras estén en francés. El resto va acorde con lo esperado: a la entrada, la pintura de un conjunto típico con tambora y maracas y, sobre las mesas, redondos manteles individuales de cabuya, cada uno de distinto color, y pequeñas regaderas de metal como porta cubiertos donde también colocan las coloridas servilletas. El conjunto es sumamente alegre. A cada extremo de un muro, sobre el suelo hay colocado un par de enormes pilones, mientras a mi espalda, en una alargada pared hay pintada una empalizada que parece de verdad, dándonos la sensación de estar en un patio al aire libre. Completan el entorno campestre, entre otros detalles, lámparas de gas colgantes, la rueda de una carretilla también dibujada en un muro, y un pilón de gran tamaño junto a la barra. En cuanto al almuerzo, lo que verdaderamente me gustó fue un Majado borincano (de yuca y yautía, US$ 3.00), que pidió mi hija. ¡Ricooo!!!

Tags relacionados