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MEMORIAS DE VIAJES

San Juan ofrece una ruta de turismo de fe

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Carmenchu BrusíloffSanto Domingo

Un chaparrón a todo dar no es suficiente para impedirnos, a mi hija Carmen y a mí, trasladarnos a pie por la calle del Cristo, hasta la Catedral de San Juan Bautista, santo patrón de Puerto Rico. Del agua me protejo con una barata capa plástica con capucha, comprada en una farmacia para situaciones como ésta. Carmen se protege con la suya. El interior del templo, pese al intenso gris del cielo y el agua que cae a cántaros, luce radiante. Es que está preparado para una boda. A la entrada, tomo un folleto especialmente destinado a los visitantes. Publicado por la Compañía de Turismo de Puerto Rico ofrece un tour sumamente apetecible para los católicos: La ruta de San Juan Bautista, “una ruta de turismo cultural religioso, o turismo de fe”. En su promoción el tema atrapa con la frase siguiente: “Descubre la cuna del cristianismo del Nuevo Mundo en el Viejo San Juan”. Yo creía que la cuna era Santo DomingoÖ En el folleto especifican que es ésta (San Juan) la primera diócesis del Nuevo Mundo, atribuyéndola al primer Obispo que llega a América: Alonso Manso, en 1512. Además, en San Juan “se ordena el primer sacerdote y primer obispo en suelo de América”. Construida la iglesia en 1521, fue reconstruida en 1529 al haber sido destruida por una tormenta. Un par de días después, regresamos para retratar su sencilla fachada ya bajo un cielo azul. Por este acogedor Viejo San Juan, una de las zonas con mayor concentración de templos por milla cuadrada en el mundo, caminamos hacia el parque de estacionamiento donde hemos dejado el auto. Lo llevamos a otro estacionamiento mucho más barato y tomamos el trolley en la parada 2. Pese a que el trencito está techado, y que han cerrado temporalmente los laterales (que son abiertos) con unas cortinas plásticas transparentes, por el extremo inferior de éstas se desliza ligeramente el agua hacia el banco donde estoy sentada. Me muevo un poco a la derecha. No vamos a apearnos. El estado del tiempo no permite turistear a pie. Seguiremos sentadas. No hay explicaciones por audífonos, ni las espero. Al fin y al cabo, el transporte es gratis. No me puedo quejar.

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