Una nueva etapa: ser padres

Las parejas primerizas tienden a leer sobre cómo atender y cuidar a su primer hijo antes de su nacimiento, sin embargo, a la hora de la práctica hay un alto porcentaje de ellos que comete errores, expresa la ‘coach’ de parejas primerizas, Aileen Ginebra.

Esto sucede por el poco dominio en la práctica. Por esto, Ginebra destaca la importancia de la capacitación de los padres sobre el tema a través de talleres que los ayuden en la destreza.

En los primeros 100 días del niño deben establecerse patrones para su cuidado y protección que incluyan la inducción del sueño, los masajes, el cuidado de la piel, la higiene y aprender la colocación correcta del bebé en las mamas para su alimentación, manifiesta la coach.

Asimismo, la desinfección del espacio en el que se desenvuelve el niño es elemental, ya que, por ser un mundo desconocido para él todo se lo lleva a la boca.

“Debe estar limpio donde duerme, su ropa, su habitación, así como sus manos, su cabello, la boca, las áreas húmedas hay que mantenerlas secas para que no haya irritación, como por ejemplo en la zona donde va el pañal”, indica Ginebra.

Esto es parte de la crianza y la disciplina que hay que fijar para mayor organización en la familia y el pleno desarrollo y protección de la cría.

Desde ahí comienza el éxito de padres y madres primerizas, al crear una rutina con horarios, en el que también se proteje la vida de pareja, dice Ginebra.

El caso más frecuente que interrumpe que las parejas compartan es cuando el bebé no duerme a su hora indicada, antes de las ocho de la noche, y cuando llega al año escolar esta dificultad persiste, por lo que hay que ajustar los horarios de su faena, menciona la ‘coach’ de parejas.

Logística para el desarrollo de la familia

Es importante que los padres primerizos conozcan que si bien es cierto que no hay un patrón para criar, también es verdad que existen técnicas que ayudan a conocer mejor el desenvolvimiento en esa nueva etapa de tener hijos.

Hay especialistas en el tema que ponen de relieve lo importante que es conocer las fases iniciales de la vida de un infante.

La ‘coach’ de parejas primerizas, Aileen Ginebra, explica que hay muchos datos a tomar en cuenta.

Por ejemplo, sostiene, hay que diseñarle una logística para la inducción al sueño, donde tenga su música, se le haga su aseo, haya cenado, además de un ritual del cuento, se le haga un momento de despedida en la noche, no importa la creencia que se tenga, siempre hay que darle la bendición, así lo expresa.

El proceso de la inducción del sueño debe empezar temprano desde las seis de la tarde para que a las ocho de la noche duerma. En el caso de los bebés más grandes, cuando están en edad preescolar, es recomendable que todos estén dormidos antesde la nueve de la noche. Hay una vida de pareja que viene después y si no hay un orden y el personal de la casa tampoco está adiestrado, resulta difícil.

Además, Ginebra resalta la importancia de centrarse en la fe para crear lazos afectivos con los hijos, pero existe cierta apatía hacia esa línea porque se cría más hacia el consumismo que en valores. “He visitado a muchas familias y montan la Navidad, no obstante, la esencia de esta época la pierden porque se olvida el verdadero sentido que es un nacimiento, un compartir”, resalta. En los primeros 100 días del niño es vital que las parejas primerizas se capaciten, aunque la mayoría lo hace en preparto y no en postparto, o simplemente no se les orienta a profundidad sobre este último, comenta la ‘coach’.

“El proceso inicia cuando llega el bebé a la casa y hay que seguir todos los patrones”. Es importante que los padres preparen todo antes del séptimo mes, para la organización y planificación, para evitar menos imprevistos y errores, indica Ginebra. En el caso de la alimentación complementaria del niño después de los seis meses, los padres deben aprender a preparar los alimentos, resalta Ginebra. “En los entrenamientos yo trabajo con colores y porciones para que aprendan a comer de todo”. A partir de ahí, hay que intercalar su nutrición en la que se incluya además de la leche materna, frutas o papilla, en la mañana o en la noche, dice Ginebra.

Añade, que los primeros nutrientes son cereales de arroz, sin nada de gluten, luego se pasa a algunas frutas: guineo, manzana, pera, lechosa, mango, melocotón, pero no incluir cítricos. Cuando ellos pasan ese renglón, se le puede pasar a comer víveres uno por uno por tres días consecutivos para evitar las alergias.

Desenvolvimiento de los primerizos El rol del padre es muy importante. Debe asumir que lo único que no puede hacer es lactar, que después puede cambiar pañales, dar masajes, sacar los gases, preparar los alimentos, sacarlos a pasear...

En las cargadas hay que tener mucho cuidado con el cerebro, porque se desarrolla de cero a siete años. También se deben ir trabajando la parte cognitiva la musical, y estimularlo a hablar. Hay estudios que aseguran que los bebés deben gatear porque les ayuda a fijar la vista, mientras que los pininos fortalecen sus piernas. Eso es importante que lo sepan desde el inicio.

Ellos todo se lo llevan a la boca porque hasta los dos años van explorando su mundo, y es responsabilidad tanto del padre como de la madre, ayudarlos a conocer su entorno de la mejor manera para su sano desarrollo.