Hábitos para la vida

Cuántas veces nos preguntamos como padres: ¿Qué puedo hacer para que mi hijo desarrolle hábitos importantes que le sirvan para toda la vida? Queremos criar niños y niñas que sean productivos, que se inserten en la sociedad de forma natural y asertiva, que vivan diariamente las reglas de convivencia de una manera tal que sean exitosos en los diferentes aspectos de su vida. Pero, ¿dónde y cómo comenzar? En ocasiones nos cuestionamos sobre si las reglas y hábitos que practicamos en la casa son suficientes.

Nuestros niños asisten regularmente a preescolar y conviven con otros niños y otras niñas de su misma edad y tienen que poner en práctica sus destrezas sociales de la mejor manera posible. Cada edad tiene su característica especial, relacionada intrínsecamente con su etapa de desarrollo. Las maestras, motivadoras por naturaleza y vocación, transmiten a diario los valores, las ideas y las reglas a seguir, pero queremos que nuestros niños sean espontáneos, que cada uno tenga su personalidad bien definida y, que como entes únicos e individuales, expresen sus ideas, emociones y sentimientos. Queremos líderes.

Dentro de esta realidad y con el conocimiento ya internalizado, nosotros hemos empezado un proceso de transformación, cargado de ideas y propuestas de liderazgo sustentado en el maravilloso programa, “El Líder en Mí”, basado en “Los 7 Hábitos de las personas altamente efectivas” de Stephen Covey.

Esto suena como algo muy complicado, pero no lo es; al contrario, estos son hábitos que todos sabemos que están organizados para trabajarse uno a uno, y con el fin en mente de una vida balanceada.

El programa empieza formalmente en Kinder, con niños y niñas de 5 años, trabajando con el libro “Los 7 hábitos de los niños felices”, de Franklin Covey, que es una versión infantil del libro de los 7 Hábitos. A través de breves historias ilustradas, los infantes pueden aprender acerca de este.

Realizan juegos y actividades divertidas para reforzar cada concepto mientras aumenta su vocabulario “Líder en Mí”. Cooperar se convierte en “ganar-ganar”, y en vez de autoritariamente decir que “tienes que trabajar”, les recuerdas que deben poner “primero lo primero” y poco a poco van viendo el beneficio que esto tiene en su vida.

Así que, con tan solo cinco años, empiezan a descubrir la maravilla del orden cuando ya pueden hacer un plan. Descubren que todo el mundo es un líder y que todos tienen talentos únicos y especiales.

Aprenden a trabajar en base a sus talentos, a respetar y celebrar los talentos de los demás. La constancia se convierte en lo normal.

Descubren la felicidad de estar a cargo de sí mismos, de tener iniciativa y ser responsables. Al final, qué gran recompensa cuando se ven viviendo una vida balanceada: cuerpo, alma y mente. Siempre buscarán momentos para afilar la sierra. Sí es así, y como dije al principio: queremos líderes.

Claudine Bergés, directora St. Patrick Preschool