Los cuidados en dermatitis atópica

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, que cursa con descamación, piel seca y picazón intensa. Las primeras manifestaciones de la DA suelen aparecer en la infancia, debutando antes de los cinco años de vida en un 85% de los casos. Es poco frecuente su inicio en el adulto.

Es la enfermedad cutánea crónica más frecuente en la infancia, y afecta en algún período al 10% de los niños. En adultos, la afectación se estima entre 1-3%. A pesar de su curso benigno, puede llegar a afectar notablemente la calidad de vida de los pacientes.

Ropa y ropa de cama ï Es recomendable que la ropa se lave con jabón neutro, enjuagar bien y no utilizar suavizantes.

ï Usar ropas de algodón holgadas, evitando las prendas irritantes (lana, fibra, piel, etc.), ajustadas o que rocen la piel.

ï Retirar las etiquetas de las piezas de ropa, para evitar la fricción que estas producen sobre la piel.

ï En caso de necesitar vestir una prenda de tejido irritante, es preferible emplear ropa de algodón debajo.

ï Usar ropa de cama de algodón que debe ser cambiada de una a dos veces por semana, así como protector antiácaros para el colchón y la almohada.

Dormitorio ï Mantener las habitaciones con una temperatura suave, nunca con excesivo calor.

ï Evitar la exposición a temperaturas extremas o los cambios bruscos de temperatura.

ïNo utilizar

colchones goma-espuma.

Higiene personal

- Reducir en lo posible el baño (1-2 vez al día si está estable; 1-3 veces por semana durante los brotes), empleando agua templada y que no exceda los 10 minutos.

ï Son preferibles los baños con ducha a los baños de inmersión (tina o bañera).

ï Puede ser beneficioso aplicar 30 minutos antes del baño una capa de crema petrolatum o un aceite dermatológico, que forme una película grasa sobre la piel y retenga la humedad cutánea.

ï Evitar humedecer la piel fuera del momento del baño, ya que empeora la resequedad.

ï Evitar en la higiene diaria el uso de jabones alcalinos y perfumados (gel de baño), es preferible emplear aceites lavantes o emulsiones sin jabón.

ï Emplear los mismos jabones que utilice en la higiene corporal para el lavado de las manos.

ï Después del baño, retirar el exceso de agua dando suaves golpecitos con una toalla de algodón suave, nunca debe frotarse la piel con la toalla. Aplicar sobre la piel todavía húmeda las cremas hidratantes.

ï Antes de la compra de los productos cosméticos es recomendable leer detenidamente las etiquetas para verificar que no contengan ninguna sustancia que deba evitar.

Hidratación de la piel

ï Uso frecuente de cremas (2-3veces al día). Evite su uso en las lesiones cutáneas que estén activas.

ïAumentar la frecuencia de aplicación cuando la piel esté más seca, por ejemplo en los meses de invierno y verano.

ï Debe prestarse especial atención a la cara, labios y manos, empleando cremas y bálsamos con frecuencia.

ï Debe evitarse el rascado en la medida de lo posible. Es conveniente tener las uñas bien recortadas y, si fuera preciso, utilizar guantes de algodón por la noche.

ï Es aconsejable la exposición moderada a la luz solar y la realización de baños en agua de mar.

ï En el verano, y en caso de baño en la piscina, conviene ducharse inmediatamente después de la salida del agua, debiendo aplicar abundante crema hidratante.

Según el caso será el tratamiento Para tratar esta afección, hay que individualizar los casos. Debe hacerse atendiendo a las necesidades de cada paciente. Las bases para el tratamiento son: evitar la sequedad cutánea, controlar la picazón e inhibir la respuesta inflamatoria.

El cuidado diario de la piel es la clave para mejorar la hidratación cutánea, disminuir los brotes de eccema y el prurito.

Dra. Felicia Berroa Rodríguez, MD, PhD Alergología e Inmunología del HGPS