Plaquetas: pequeñas aliadas

Si sufres una cortadura al usar una navaja de afeitar, si te pinchas con la aguja mientras remiendas tu ropa o en cualquier otro caso en que sufras una herida menor, unas microscópicas amigas en tu sangre vendrán a ayudarte.

Producidas en la médula ósea, las plaquetas o trombocitos contribuyen a formar el coágulo sanguíneo evitando hemorragias y sanando heridas.

Ricardo Antonio Javier, hematólogo internista, informa que, sin importar la edad, el conteo de plaquetas debe estar entre 150,000 y 450,000 por milímetro cúbico de sangre.

Pero ¿qué sucede cuando el número de plaquetas comienza a descender y cae por debajo del rango normal? El especialista del Hospital Central de las Fuerzas Armadas nos lo explica.

¿Por qué bajan las plaquetas? El descenso en el número de plaquetas, un trastorno conocido en medicina como trombocitopenia, puede deberse a un defecto central o a causas periféricas.

El hematólogo Ricardo Antonio Javier explica que el concepto de defecto central hace referencia a los problemas de la médula ósea, tejido donde se producen las plaquetas.

Constituyen ejemplos de defecto central las leucemias, los linfomas, el mieloma múltiple o cualquier cáncer que afecte la médula. Las células cancerosas se multiplican afectando las células madre encargadas de fabricar los trombocitos y haciendo descender el número de este componente sanguíneo.

Las causas periféricas se encuentran fuera de la médula ósea y son variadas. Entre las más frecuentes, Javier cita los virus.

Agentes infecciosos como el virus del dengue, la hepatitis y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) afectan las plaquetas.

En otros casos, el cuerpo produce anticuerpos antiplaquetarios que las descomponen dando lugar a una trombocitopenia.

“Hay órganos como el bazo que a veces ven las plaquetas como que no pertenecen al cuerpo, las secuestran y las destruyen”, comenta el hematólogo.

Lo mismo hace en ocasiones el hígado.

Las embarazadas constituyen un caso especial. Durante la gestación se generan anticuerpos naturales que atacan los trombocitos.

Y aunque el país no cuenta con estadísticas que registren la cantidad de embarazadas con trombocitopenia, Javier asegura que la incidencia del problema es alta.

“Desde que la paciente se desembaraza -señala, sin embargo, el médico-, las plaquetas comienzan a subir”.

Síntomas La trombocitopenia, cuando se manifiesta, lo hace con signos de sangrado: petequias (puntos rojos que parecen picaduras de mosquitos), equimosis (moretones) y hematomas (coágulos con dolor). Señales de alarma serían el sangrado nasal o gingival.

Pero el problema no siempre da esas señales. Tampoco amerita un internamiento obligatorio.

“Un paciente puede tener una trombocitopenia leve y hacer su vida normal”, expresa Javier.

Las trombocitopenias se clasifican en leves (entre 100,000 y 150,000 plaquetas por milímetro cúbico de sangre), moderadas (de 50,000 a 100,000) y severas (menos de 50,000).

Un descenso leve o moderado en el número de plaquetas no requiere internamiento, mientras que los casos severos podrían ameritarlo o no. “Está a juicio del médico”, señala Javier.

El hematólogo añade: “El paciente puede tener las plaquetas bajas y no estar sangrando porque esas plaquetas pueden ser de buena calidad”.

La decisión de internar al paciente se toma a partir de otros parámetros y no únicamente del recuento de plaquetas.

Frente a una trombocitopenia lo más importante es determinar el origen de la afección a fin de tratarlo.

No tiene sentido administrar medicamentos que estimulen la producción de plaquetas o transfundir este producto si, por ejemplo, la génesis del problema radica en que el bazo las retiene y destruye.

“Si yo no sé por qué están bajando las plaquetas, entonces el paciente va a seguir con el mismo círculo vicioso”, concluye Javier.

El jugo de pimiento morrón, ¿ayuda? El tema se presta a controversia. La población da como un hecho irrefutable que la mezcla de pimiento morrón y guayaba coadyuva en la producción de plaquetas; sin embargo, el hematólogo Ricardo Antonio Javier señala que no existe evidencia científica concluyente que respalde tal creencia.

El especialista del Centro Médico Integral II advierte que en pacientes con fragilidad estomacal o gastritis el consumo de alimentos de pH muy ácido podría traer complicaciones como vómitos y lesiones en las paredes del estómago.

DONACIÓN POR AFÉRESIS La solidaridad del dominicano hace que muchos tengan la disposición de donar sus plaquetas a quien lo necesite. El problema es que obtener este componente sanguíneo cuesta mucho dinero (una bolsa ronda los 25,000 pesos y no tiene cobertura de los seguros). Además, no todo el mundo cumple los requisitos para ser donante de plaquetas. Las venas del donante deben ser más gruesas y largas para poder usar la máquina que hará la aféresis, el proceso mediante el cual se extrae la sangre, se separan las plaquetas y se devuelve la sangre a la persona.