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FOLCLOREANDO

¡Qué dolor siento por el agua!

Y me seguirá doliendo, porque se nos está agotando, porque es el líquido más preciado que tenemos y no tendremos vida sin su presencia. En las escuelas y colegios no se educa para que no la malgasten. En el hogar se enseña a cocinar para atender a los futuros maridos y no a racionalizar el agua. Me he encontrado enemigos en mi comunidad, porque he protestado cuando en los parqueos lavan los carros con el agua que nos llega a cuentagotas, porque se está racionalizando. Me duele el agua, porque precisamente son las personas que no pagan el agua o que pagan una mínima suma de dinero las que dos y tres veces a la semana lavan sus casas y escaleras con un desperdicio tremendo del “preciado” líquido. ¡Tendré que pagarlo!! CoÖ! Me duele el agua, porque cuando lavan los platos o cepillan sus dientes dejan las llaves abiertas. Porque cuando hace calor improvisan piscinas en los barrios para refrescarse y dejan las llaves abiertas y no tienen conciencia de que falta poco para que nos estemos “matando” por un chin de agua. Me duele el agua, porque precisamente vendrá una guerra y no será por petróleo, será por agua.

Me duele tanto el agua cuando observo una tubería rota y nadie hace caso, porque los vecinos no tienen dos dedos de frente para llamar a la CAASD y reportar esa avería.

Me duele muchísimo que para mejorar el servicio tengan que poner un contador, porque es la única manera que se economiza de manera obligada. El agua me duele mucho más, porque mientras la estoy racionando, otros se dan “vida” y cuando haya escasez mundial estaré sufriendo igual que ellos, en la misma situación de esos que no tienen conciencia y les da “tres pitos” que esta situación ocurra.

Por eso tengo derecho a protestar en cualquier parte del mundo por el agua, porque soy un ser humano y, por ende, usuaria de este servicio, como los que vivimos en este planeta. Actuemos como celadores de este servicio y sintámonos con derecho a decirle a quien sea que arregle la “zapatilla” para que la llave no gotee. Me sigue doliendo el agua. Hay una empresa embotelladora de agua, que es la única que está educando para crear conciencia con relación a este tema. ¡Unámonos a ella, porque me duele el agua!

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