La belleza de Medellín

Caminar las calles de Medellín es un placer. Desde su topografía natural y artificial hasta el movimiento en sus caminos son una conquista de admiración involuntaria. La asimetría es un encanto y su vista panorámica un deleite. Todo cuanto allí existe invita a descubrirlo. La historia se deja entrever en cada lugar y hasta la forma de transporte es única y muy divertida.

No obstante, la maravilla real radica en la simpatía, disposición y alegría de sus habitantes, en su mayoría personas trabajadoras que, si te asomas un poco más de las 5:00 de la mañana, verás pasar.

Ciudad de la Eterna primavera Observar la construcción y naturaleza de Medellín, de día o de noche, es, en sentido figurado, una melodía a la vista, ya que no basta con mirar hacia abajo desde una torre, porque también encontrarás un espectacular escenario si alzas la mirada hacia la cima del Valle de Aburrá, donde se encuentra esta bella ciudad.

Ejemplo del comentado panorama es el metrocable, un teleférico de transporte masivo que complementa al metro, respondiendo a la necesidad de conexión que tenían las comunas de difícil acceso de la parte más alta de la localidad; además aporta atractivo a la estructura local.

El paseo sobre suelo firme enaltece la higiene impecable del municipio que posee una población de unos 4 millones de habitantes y conecta con la alegría y sincera sonrisa de su amistosa gente.

Mientras se hace el recorrido es casi imposible no detenerse en sus parques, vencer la tentación de meter y mover las piernas en el agua de los Pies Descalzos; fotografiarse en la Plaza de Botero o de las Esculturas, donde las figuras, en su mayoría representan a personas gordas con ciertas partes de su cuerpo diminutas con exageración.

Desde allí, a pocos pasos, se entra al museo de Antioquía, el más importante de Medellín. A la misma distancia el visistante se deleita con la obra arquitectónica de estilo del Renacimiento gótico que caracteriza al Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe.

Como en esta temporada hace mucho calor, es prácticamente obligatorio refrescarse con la gran variedad de jugos, refrescos y helados de los que dispone el municipio. También se puede saciar el hambre con la variedad de platos de intensos sabores propios de la cultura colombiana.