CAMINOS DE DIOS
Allí llanto no habrá más
En el cielo no habrá padecimiento ni adversidades que nos hagan llorar. Los hijos de Dios, esto es, los que han creído en Cristo como su salvador y redentor, no tendrán más tristeza, frustración, carencia o imperfección en la presencia de Dios. Las tribulaciones, el pecado, la aflicción, las calamidades, las congojas serán eliminadas allí. Cristo hará nuevas todas las cosas, de modo que su iglesia disfrutará la felicidad completa.
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“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Apocalipsis 21:4).