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CONSULTANDO A LA SEXÓLOGA

Abusado en la niñez

Pregunta

Soy un joven de 23 años con dos meses de casado. Mi problema es el siguiente: cuando tenía 8 años fui abusado sexualmente por un hombre mayor que yo; él me amenazaba y nunca dije una palabra.

Con el transcurrir del tiempo fui viendo los hombres de otra manera, eso no quiere decir que soy homosexual, pero este trauma me tiene fuera de control, pues tengo una preferencia especial por la penetración anal y esto me ha traído problemas con mi esposa, porque a ella le molesta.

Sostengo relaciones con mi esposa, nunca con hombres. Por favor, ayúdeme.

Respuesta

La violación sexual en los niños es un hecho real. No se da con la misma frecuencia que en las niñas, pero deja su huella traumática.

No piense que usted es homosexual; su orientación sexual es heterosexual, pero tiene una fijación con la relación anal porque en sus inicios sexuales fue estimulado por esta zona.

Pienso que usted necesita trabajar terapéuticamente el trauma que esa violación le ha dejado.

Le sugiero que busque ayuda profesional para que saque todo el dolor, rabia o resentimiento que tiene reprimido y pueda cerrar las heridas emocionales que la violación le dejó. Es muy frecuente que la víctima de una violación no confíe a nadie ese secreto tan hiriente y tan humillante porque los violadores les dicen a los niños que guarden el secreto. Por otro lado, los infantes no dicen nada a los padres por temor a ser castigados pues creen firmemente que son culpables de la violación y que sus padres no le creerán.

La víctima de abuso sexual, sea niño o niña, adolescente o adulto, nunca será culpable, no importa en las circunstancias en que este haya sucedido.

La violación es una expresión de violencia de nuestra sociedad, cada día se registran numerosos casos. La intención del agresor es producir daño a la víctima, no la gratificación sexual. La violencia siempre implica el uso de fuerza, de poder. Por eso se denomina relación de abuso al vínculo caracterizado por el ejercicio de la violencia de una persona sobre otra.

Quienes trabajamos en el campo de la violencia intrafamiliar hemos escuchado infinidad de veces la frase: “Yo quería hacerle daño con el uso de la fuerza, yo quería que me obedeciera”.

La fuerza es utilizada para someter, doblegar, subordinar. Dentro de las relaciones sexuales de pareja solo está permitido hacer lo que ambas personas estén de acuerdo en hacer.

Si su esposa no desea la actividad anal, no la puede obligar aunque sea su preferencia; va a tener que conformarse con el uso de fantasías eróticas. No la puede obligar porque eso sería abuso.

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