Posición frente al anteproyecto de ley de salud sexual

En estos días se está gestando de nuevo un anteproyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva, el que, la Conferencia del Episcopado Dominicano, y el Movimiento Familiar Cristiano (MFC) han rechazado, “tanto en su forma como en su fondo”, pues es un “proyecto tan amplio en su alcance y tan limitado en sus conceptos que no debe de ser aceptado sin la participación, en el debate, de toda la sociedad.

La Conferencia del Episcopado Dominicano invita a nuestros legisladores “a convocar a la totalidad de los actores sociales para producir una ley que no reduzca la educación sexual a la genitalidad. La Iglesia aspira a que se apruebe una ley para la educación integral de la persona humana.” “Dicha propuesta de Ley violenta la Constitución Dominicana en cuando a sus previsiones sobre el derecho a la vida (art. 37), a la dignidad humana (art. 38), a la integridad personal, (art. 42) y sobre todo a los derechos de carácter familiar previstos en el art 55 (sobre todo en materia de paternidad y maternidad responsables) y del derecho a la educación responsable, que deriva del art. 63.2.

Un proyecto de Ley sobre Salud Sexual y los derechos reproductivos no debe atacar y desvirtuar la relación familiar, promover el libertinaje y ser tan ciego a los actos de delincuencia sexual. Pone en entredicho el derecho humano a nacer y a que se le respete y proteja, distorsiona el deber que tienen los padres sobre la salud integral y la educación de sus hijos, que los responsabiliza del bienestar de sus hijos desde el instante de su concepción.

Les quita a los padres derechos sobre los controles de la sexualidad de sus hijos y fomenta una educación sexual que violenta lo contemplado en el Currículo Educativo Dominicano, al respecto de un enfoque integral de dicha formación, con la introducción de terminologías que agreden la dignidad de las y los jóvenes.” (Posición del MFC frente al Proyecto).

La Conferencia hace hincapié igualmente, en que el disfrute de la vida no puede ser interpretado solamente desde un punto de vista del placer, sino desde el marco de la responsabilidad, pues no hay vida plena sin responsabilidad. Además no se puede concebir la vida sexual desvinculada de las etapas del desarrollo biológico, psicológico e integral de la persona humana, y la edad sí importa en la sexualidad.

Debemos de tener siempre en cuenta que los padres son los primeros educadores de sus hijos incluso de su sexualidad.

La educación de los hijos es un derecho natural y se “forma” en familia. No, porque la familia en nuestra sociedad esté sufriendo crisis significa que debemos dejar de educar en valores.

Debemos insistir en la educación, a tiempo y a destiempo como decía San Pablo.

“De este modo la sexualidad es respetada y promovida en su dimensión verdadera y plenamente humana, no “usada” en cambio como un “objeto” que, rompiendo la unidad personal de alma y cuerpo, contradice la misma creación de Dios en la trama más profunda entre naturaleza y persona.” (Familiaris Consortio No. 32).

El Estado no puede arrebatar a la familia el derecho y el deber que tiene de ser la primera educadora de los ciudadanos. Es por esto, que nuestros Obispos hacen un llamado a toda la ciudadanía a oponerse a este Anteproyecto de Ley que claramente obedece a lo que el Papa Francisco llama “colonización ideológica”. De esta manera, nuestra nación podrá salvaguardar sus más elevados valores.

Hoy Día de los Padres, felicitamos a todos los padres que se sienten motivados a formar a sus hijos en una verdadera educación sexual basada en valores y dentro del contexto de la Familia.