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Orientación

Riesgos de tener una pareja nueva

Voz experta. Carmen Virginia Rodríguez.

Voz experta. Carmen Virginia Rodríguez.

No hay duda de que para las madres y los padres sus hijos son lo más importante.

Es esta la razón por la que hay tantas dudas, prejuicios e interrogantes cuando hay que tomar la decisión de asumir un nuevo compromiso con otra pareja.

Para evitar las consecuencias que esto trae es que algunas prsonas luego de una separación optan por quedarse solas. Aunque hay muchos riesgos de que se quebrante la tranquilidad del hogar, lo ideal es que se asuma una nueva relación.

Lo importante es saber llevar la situación.

Claro, la presencia de una nueva pareja dentro del hogar puede crear conflictos que a veces no sabemos manejar. Es como una lucha de poder, de intereses. Por un lado está la existencia de exparejas, por otro, los celos de hijos hacia los padres o de la nueva pareja hacia los hijos, que aún es más preocupante.

Lo primero que tenemos que hacer antes de dar el paso de formar una familia reconstruida es hacernos la pregunta, tanto hombre como mujer, de si realmente estamos preparados para enfrentar ese reto.

Una vez contestada la pregunta, de ser un “no”, busque asesoramiento por parte de un profesional, un terapeuta familiar que le ayude a tomar las desiciones correctas para formar una nueva familia saludable emocionalmente.

Esto es importante, sobre todo si ambos conyugues vienen de relaciones anteriores.

Saber manejar la situación Si ya se está en la situación de haber formado esa nueva familia, deben tener las reglas del hogar claras, tanto para uno como para los otros, y de igual manera, si hay hijos, considerarlos como “nuestros”.

En familias donde no se han dado separaciones, el mantener un ambiente armónico y de paz es de por sí un reto, por ende, cuando las relaciones familiares se amplían y cambian en este caso con divorcios y nuevas uniones, ese reto se multiplica. Uno de los factores a tomar en consideración son los niveles de justicia relacional, o sea, que para todos los miembros de la familia, las reglas, concesiones, permisos, entre otros, se apliquen de igual manera. La justicia es un factor determinante en un buen ambiente familiar.

Por otro lado, ambos conyugues deben tener claro y respetar que, aunque su matrimonio o unión anterior terminó, esos niños tienen un padre o una madre con deberes y derechos también, o sea, que como padres no debe haber un divorcio con los hijos.

SABER LIDIAR CON LA FAMILIA RECONSTRUIDA Si ambos tienen hijos, evitar inconvenientes es posible si se saben manejar los niveles de justicia. Evitar las comparaciones entre hermanos y hermanastros es un buen paso. Es importante reconoconocer los valores y habilidades de cada quien, y corregir los defectos y actitudes de manera individual.

Cuando, aún tomando estos controles, la situación es difícil, es imprescindible buscar ayuda. Claro, si las parejas tienen el deseo, el amor y la voluntad para trabajar las desavenencias.

Muchas veces el orgullo y la lucha de poder sobre el control llevan a parejas de familias reconstruidas a la ruptura, por no saber manejar de manera correcta aquello de “los tuyos”, “los míos” y a veces “los nuestros”, aun habiendo amor entre ellos.

Cuando se forma una nueva familia, los roles de cada quien deben estar bien definidos, teniendo el control de los hijos, y que la nueva pareja también tome decisiones.

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