Los haitianos pedigüeños se toman las calles de Santiago

Las calles y otros lugares públicos de Santiago volvieron a ser ocupados por niños, adolescentes y mujeres, todos haitianos, que han sido traficados desde su país en las últimas semanas.

Un recorrido realizado por reporteros del Listín Diario se pudo apreciar a pedigüeños haitianos en los semáforos, debajo de los elevados y en otros lugares.

En tanto, desde el viernes pasado inspectores de la Dirección General de Migración recorren varios lugares de Santiago en busca de inmigrantes haitianos indocumentados.

Estas operaciones se realizan en sectores como Gurabo, Los Rieles, La Chichigua, entre otros sectores donde se percibe una elevada concentración de haitianos indocumentados.

El alcalde Abel Martínez dijo que los operativos para apresar y repatriar a haitianos ilegales deben ser más intensos en esta ciudad.

Mientras los pedigüeños haitianos aumentan en Santiago, otros sin embargo, lustran calzados, pululan en plazas públicas, mendigan dinero y comida a los transeúntes, además de practicar la limpieza de parabrisas de vehículos.

Diversos sectores de Santiago expresaron preocupación por la situación y plantean medidas para contrarrestarla.

El presidente de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte, Juan Marte, dijo que muchos de esos pedigüeños se han visto al borde de provocar accidentes. El gremialista explicó que hay quejas de conductores y choferes del transporte público porque los haitianos, principalmente niños se lanzan a los vehículos para pedir dinero o algo de comer.

Marte definió de deprimente la problemática y dijo que es un drama de carácter humano que hay que resolver.

Indicó que muchos de esos menores son usados por delincuentes para que pidan en las calles y luego quitarles el dinero.

DERECHOS HUMANOS Mientras tanto, el jurista Dionisio Jérez, presidente de la Comisión Dominicana de los Derechos Humanos en Santiago, declaró que esos niños y mujeres son víctimas de redes que se dedican al tráfico de personas por la frontera dominico-haitiana de Dajabón.

Jérez entiende que las autoridades dominicanas y haitianas deben coordinar acciones conjuntas para perseguir y apresar a los integrantes de las redes que operan en los dos lados de la frontera que separa a los dos países y que se dedican a traficar con seres humanos.

En ese contexto, manifestó que los niños y adolescentes -por ser el segmento más frágil- son víctimas de todo tipo de abusos por parte de las personas que se dedican a ese tráfico de humanos.