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PANORAMA POLÍTICO

La visita de Jean Alain y lo que espera el país

Al gobierno del presidente Medina le ha venido bien la reunión sostenida en Washington, D. C., entre el procurador general de la República, Jean A. Rodríguez, el fiscal general norteamericano, Jeff Sessions, y el director del Buró Federal de Investigaciones, FBI, James Comey.

Rara vez se concertan reuniones de esa naturaleza con un funcionario de nivel ministerial. El gobierno de los Estados Unidos suele derivar este tipo de encuentros a funcionarios de menor rango, que esencialmente asisten a los mismos para tomar notas.

El interés del procurador general dominicano tiene que ver con las denuncias sobre el caso Odebrecht, pero también los temas del narcotráfico y el lavado de activos, que son de preocupación fundamental para el gobierno de Medina y para el flamante régimen de Donald Trump.

Rodríguez fue más que diplomático, al declarar a su retorno al país que las reuniones que sostuvo con los funcionarios estadounidenses fueron “fructíferas”. En el caso de Comey dijo que se acordó redoblar la cooperación para lograr mayor efectividad en la persecución del crimen y la delincuencia organizada. Se cree que Comey saldrá del puesto pronto.

“Lo que yo le puedo asegurar a ustedes es que estas visitas que hemos hecho a las autoridades norteamericanas han sido, además de provechosas, muy positivas para el país”, dijo a la prensa el procurador Rodríguez.

Comey ha estado en el candelero de la política norteamericana desde antes de las últimas elecciones en las que ganó Trump, porque pidió una investigacion sobre papeles internos cuando Hillary Clinton ejercía como secretaria de Estado y candidata presidencial demócrata, en vísperas de los comicios.

Hillary dijo el pasado martes a Christianne Amapour, la corresponsal jefe de CNN en el exterior que: “me encaminaba al triunfo hasta que una combinación de la carta de James Comey del 28 de octubre y las filtraciones rusas a WikiLeaks generaron duda en la mente de las personas que se inclinaban a votar por mí”.

Tema Odebrecht

El escándalo de la Odebrecht, que afecta a varios países, entre ellos a los Estados Unidos y la República Dominicana, fue tratado por Rodríguez y su anfitrión Sessions, aunque en el informe de prensa de la Procuraduría General no se ofrecen detalles de esa reunión realizada a puertas cerradas.

Lo que al parecer están haciendo los funcionarios norteamericanos, Sessions es nuevo y Comey nombrado por el anterior presidente, Barack Obama, es dando seguimiento a las preocupaciones de los Estados sobre los problemas del narcotráfico y lavado de activos, que colocan a la República Dominicana como uno de sus receptores.

Que el procurador Rodríguez haya logrado la reunión con el señor Sessions, indica en buena medida su interés y el del régimen de Medina en que se aclaren los temas de sobornos a funcionarios dominicanos de varios regímenes, para la aprobación de contratos multimillonarios de la firma brasileña.

Al nivel en que se encuentran las investigaciones y el clamor público mediante el nuevo grupo cívico-político, Marcha Verde, se esperaría que más adelante en el presente mes se conozcan los nombres de involucrados en los sobornos, algo que reclaman los que denuncian la corrupción y esperan con ansias los del morbo.

A mediados del pasado mes, el procurador Rodríguez declaró a la prensa que a más tardar en 30 días, luego de la autorización para la aplicación del criterio de oportunidad, el ministerio público tendrá la información necesaria que permitirá identificar quienes fueron sobornados en el país por Odebrecht, para así poder someterlos a la justicia.

Medina se sacude

El presidente Medina se sacudió el pasado jueves frente a los acusadores de que su campaña electoral recibió fondos de la compañía Odebrecht, base de las manifestaciones en la calle de la Marcha Verde y sus adherentes, que hasta ahora han llevado a cabo en Santo Domingo, Santiago, Puerto Plata y San Francisco de Macorís.

Lo del presidente Medina fue una reiteración de lo dicho antes cuando el tema estaba muy caliente en el tapete público. A raíz de que se denunció en el exterior los sobornos y se involucró el nombre del publicista, Joao Santana, el gobernante reconoció que había sido uno de sus estrategas.

El haber dado la cara a la situación bastante temprano ha sido una ayuda para Medina, quien pese a continuar su ritmo de trabajo, incrementado por las inundaciones que el país ha sufrido en las últimas semanas, ha tenido a su favor declaraciones de Santana y su esposa, Mónica Moura.

La señora Moura declaró ante un juez que ni ella ni su marido recibieron pagos de la compañía Odebrecht, para la campaña electoral pasada del presidente Medina. En cambio citó otros países de América Latina y de África en los cuales la compañía brasileña opera.

Los adversarios de Medina, que al final de todo quisieran su cabeza, resintieron en privado las declaraciones de Santana y Moura, que dan tranquilidad al sector presidencial, del cual se decía que estaba bajo preocupación.

Algunos funcionarios del gobierno, con declaraciones alarmistas sobre el tema y los aprestos de la Marcha Verde, “embucharon el perro”, como se decía antes en el periodismo. No creyeron en la impresión de que la campaña verde era una especie de ventolera, una mala rabia (plátano maduro, guayaba, batata y especies).

Falta por ver si de aquí a mediados del mes salen a relucir los nombres de los sobornados. Liberar a los funcionarios que sabe participaron del “festín” de Odebrecht, perjudicará al régimen de Medina y dañará la reputación del país luego de las reuniones de Washington, D.C.

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