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REPRODUCCIÓN

Lipe Collado: “escribir es parte de mi naturaleza”

ESTA ENTREVISTA FUE HECHA A LIPE COLLADO POR EL PERIODISTA JUAN SALAZAR EN ENERO PASADO

A punto de cumplir 69 años, Lipe Collado conservaba la intensidad del periodista, novelista, ensayista y profesor que ha convertido la necesidad de escribir en parte de su naturaleza.

“Escribir en mí es como si fuera una función fisiológica, así como se tiene la necesidad de ingerir agua y alimentos”, expresa plenamente convencido de que cada obra es un reto que por cerca de cuatro décadas le ha permitido transitar con maestría entre el periodismo y la literatura.

Con 35 obras publicadas y un total de 106 ediciones -él prefiere llamarles títulos- , Lipe, como suelen llamarle, se siente sin dudas más cómodo en su rol de escritor, pero dejando bien claro que mientras viva seguirá siendo “un periodista de cuerpo entero”.

Esa convicción está avalada por cerca de 5,000 artículos de opinión publicados en diversos periódicos de circulación nacional y obras en el ámbito de la comunicación social como “Curso de periodismo” , “Cómo escribir artículos”, “Periodismo para todos”, “La entrevista en 10 lecciones”, “Cinco ensayos de comunicación” y “Cómo redactar la noticia”, algunas hasta con 10 ediciones.

Confiesa que su pasión es la novela, aunque en el ensayo se siente a plenitud porque le permite desarrollar todo su potencial híbrido de comunicador y escritor, igual que lo han logrado escritores de fama mundial como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Truman Capote.

“Todo comenzó desde mi primer ensayo ‘el tíguere dominicano’ , una aproximación a la psicología de muchos dominicanos y con una trascendencia para mí inesperada; arrancó como un bestseller y se ha convertido en un longseller, un clásico que debo editar todos los años y del cual me han pedido numerosos permisos para reproducirlo”, añadió el ganador del Premio Nacional de Periodismo en el 2003.

Entrevistado por LISTÍN DIARIO en su residencia de la calle Leonor Ovando, en el histórico sector Gazcue de la capital, el escritor recordó que su ensayo “El papel de la suegra en la sociedad dominicana”, publicado en 1999, es fruto de sus vivencias porque la madre de su esposa “era un sargento”, pero con quien se llevaba muy bien.

Considera que las obras sobre Radio Caribe y el Foro Público en la Era de Trujillo le permitieron, en el caso de la primera, un nivel de conceptualización e interpretación de lo que significó ese fenómeno comunicacional durante la dictadura; y respecto a la segunda, la más vendida en la Feria del Libro del año 2000, presentar cómo el chisme adquirió la categoría de asunto de Estado.

Las venas de escritor

En tono pausado y esbozando cada frase como si fuera uno de sus ensayos, narra que comenzó a escribir de manera espontánea influenciado mayormente por sus colegas Juan Bosch, Pedro Mir y Franklin Mieses, así como el novelista premio nobel de literatura Gabriel García Márquez; el periodista estadounidense Truman Capote, autor de la célebre novela “A sangre fría” (1966), el uruguayo Horacio Quiroga, y el escritor norteamericano poco conocido en el país, John Hoyer Updike, muy elogiado por la novela “Corre, Conejo” (1960).

“No soy muy amigo de la lectura de los clásicos, aunque los he leído, porque desafortunadamente no domino la lengua original. Hay quienes los imitan en la técnica y el estilo sin darse cuenta que están imitando la técnica y el estilo del traductor”, dice sobre sus preferencias literarias, tras precisar que siempre prefiere los escritores que tocan las cosas menudas y del diario vivir.

Lipe, quien también es abogado, recuerda que desde pequeño ha sido dominado por una ardiente imaginación que cree haber heredado de su padre, José Collado. “Él era extraordinariamente imaginativo y fantasioso, un comunicador excelente y de una inteligencia derrochadora, y además un lector medio para la época de Trujillo que influyó mucho en mí al verlo cada día leer el diario, algún libro y Selecciones (revista de temas variados)”, recordó.

El autor de la novela “Después del viento”, quien nació el 26 de enero de 1947 en el sector San Carlos de la capital, explicó que de su madre María Mercedes Estrella asimiló su conducta disciplinada, lo que ha puesto en práctica para lograr su prolífica producción literaria, pues ella tenía una paciencia ilimitada, contrario a su progenitor que era de un temperamento volcánico.

Suele leer casi todos los diarios, y con satisfacción expresa que no le pasa desapercibido nadie que escriba en un periódico, “sea reportajista o articulista, malo o bueno”, lo que le ha permitido tener una amplia conceptualización de quienes escriben en medios impresos y digitales, además de que escucha mucha radio, ve televisión y dedica cerca de dos horas diarias a escribir sus libros y a corregir obras de otros autores.

Su más reciente libro

“Yo tengo que estar al tanto de todo aunque no esté en un medio de comunicación”, indica Collado, quien recientemente acaba de publicar la obra “Eran una sola sombra larga”, con el auspicio del Museo Memorial de la Resistencia, y en la que presenta todos los detalles de las muertes en 1960 del segundo teniente Jean Awad Canaán, de 24 años, en un supuesto accidente de tránsito, y de su esposa Pilar Báez, de 20 años, por una alegada complicación post parto, en los finales de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo.

Está convencido de que este suceso se trató de un doble asesinato, luego de consultar alrededor de 40 obras y de recoger los testimonios de los principales involucrados en el hecho de sangre, testigos y amigos de la pareja. “En la medida en que me di cuenta que se trataba de dos crímenes el trabajo se volvió más lento. Yo creo que el error de quienes investigaron antes el hecho fue que se centraron mucho en las muertes en sí y no en el entorno”.

Dijo que enfocarse en el entorno le permitió determinar cómo operó la maquinaria del crimen de Trujillo en ambos asesinatos.

El ejercicio del periodismo

Del ejercicio del periodismo en el país expresa que le preocupa la incidencia de las instituciones económicas en los contenidos que publican los medios de comunicación y la masificación que provoca la irrupción de personas sin experiencia en el área, así como el déficit en enunciación de los antecedentes y en las circunstancias del acontecimiento. “Al ocurrir esa masificación, al haber ese desbordamiento, como ocurre siempre cuando hay inundaciones, la basura termina en la orilla. Eso ocurre con el ejercicio periodístico, que uno ve mucha basura en la orilla”.

El comunicador lamentó que se haya perdido la rebeldía que caracterizó al periodista en el pasado, y que ahora existan profesionales más dóciles y acomodados al discurrir de los acontecimientos.

Consideró que hay también un desinterés por el dominio de los conocimientos que son los que norman el ejercicio de la comunicación social. “Una de las características de un buen periodista, de un buen reportero es lo que yo denomino la memoria oportuna. Encontrar el dato, el concepto, el nombre en el momento necesario, pero para ello hay que estar al tanto del diario vivir y en una búsqueda incesante de los conocimientos”, apostilló.

El abogado y escritor entiende que la formación de nuevos profesionales en el periodismo se enfrenta al escollo de que las escuelas de comunicación social no marchan al mismo ritmo que se observa en el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información, aunque estima que siempre será mejor pasar por una universidad.

Sostiene que el trabajo hoy en día es más apremiante y condiciona más al comunicador social.

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EL CÁNCER ES UN RETO EN SU VIDA QUE ASUME CON FIRMEZA

Para un hombre que durante la gesta de abril de 1965 cruzó la línea enemiga de los “yankees” para secuestrar a una mujer “chivata” de los “gringos”, rozado por dos balas, encerrado en varias ocasiones y torturado por la tiranía trujillista, librar actualmente una batalla contra el cáncer de colon que le detectaron hace cinco meses, no doblega su férrea voluntad.

“No he asumido esto con lamento. Yo lo que dije que el cáncer no sabía con quién se había puesto, pues yo no le iba a dar ningún chance”, aseguró Collado, quien precisó que el mayor embate lo ha recibido con el costo económico de la enfermedad, pues actualmente invierte cerca de RD$250,000 quincenales en el tratamiento y la quimioterapia, luego de la operación a que fue sometido hace tres meses.

“Padecer cáncer conlleva unos gastos colaterales que termina matando a las personas. Ahora es que me doy cuenta, no es tanto el cáncer, sino lo económico”, dice sobre esta difícil etapa, en la que ha sido asistido por un programa de Salud Pública para mitigar el impacto económico de la enfermedad. Sin embargo, no se doblega porque piensa que su naturaleza es confrontar esa enfermedad, además de que una parte de su rasgo temperamental es no pedir.

Y lo demuestra manteniéndose activo en la producción literaria. Lipe tiene ocho años escribiendo una novela sobre narcotráfico que llamará “El lagarto verde” y también prepara otros tres libros titulados “Comandante Manuel Montes Arache”, “La batalla del puente Duarte y la toma de la fortaleza Ozama” y “50 años después. Cronología de la Revolución de Abril”.

La paciencia que le transmitió su madre solo suele romperla a veces su diminuto perro chihuahua “Rufo”, al correr por toda la casa, ladrar a quienes se aproximan al hogar que comparte con su esposa Dalia Rhina Santana y moverse entre sus piernas. “Es que molesta con J”, expresa Lipe, la única ocasión durante la entrevista en que al parecer afloró el temperamento volcánico de su padre.

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