Hay mil jóvenes formando la comunidad científica

El ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT) ha priorizado las becas internacionales para grado y postgrado. Esto ha permitido crear una masa crítica de investigadores científicos que asciende a 1,000 personas, donde unos 300 son jóvenes que fungen como asistentes de investigación.

Aun con la pronunciada inversión en becas, República Dominicana cuenta con limitaciones en el campo laboral y profesional, debido a que la mayoría de estas becas no están adaptadas a las necesidades laborales.

El área de ciencia y tecnología no escapa de esta realidad. La baja inversión y la falta de centros de investigación con estándares internacionales crean una especie de vacío y sobrevaloración en los egresados de algunas carreras científicas del extranjero.

Milcíades Mejía, reconocido botánico y presidente de la Academia de Ciencias de República Dominicana (ACRD), considera que todavía a la nación le falta un gran trecho por recorrer para lograr el desarrollo de la cultura de investigación. “Es algo que hay que seguir impulsando y trabajando. Es necesario que el Estado haga una mejor inversión en el implemento de la ciencia, de la investigación y la tecnología porque estamos casi igual que todos los países de América Latina, con solo un 0.37% del PIB en Ciencia y Tecnología, y debe aumentar”, afirma.

Sostiene que “el país va en la ruta pero todavía falta madurar ese proceso porque toma mucho tiempo”.

Grandes retos del MESCyT Al referirse a este tema, el doctor Plácido Gómez, viceministro de Ciencia y Tecnología, manifiesta que el MESCyT tiene dos grandes retos que afrontar en el ámbito científico y tecnológico.

“Se necesita darle sostenibilidad a esa comunidad, permitiéndoles tener un incentivo de investigación que sea permanente, y mediante el reconocimiento público.

También hacer que esos asistentes de investigación se conviertan en investigadores. Pero eso no es automático”, indica Gómez.

Aun así, considera que se ha progresado: “Antes de 2005 el país estaba haciendo intentos de un sistema estable. Se ha creado un sistema de gestión de recursos humanos, en ciencia y tecnología con los que el país no contaba”.

Sobre la valoración de los rankings internacionales que colocan a la nación en un lugar inferior frente a otros países del mundo, critica que el país debe compararse con iguales de Latinoamérica, específicamente con la región centroamericana, que tiene sistemas de desarrollo similares. Y de esa región “los únicos países que tienen capacidades construidas son Costa Rica y Panamá, y nosotros estamos muy cercanos a ellos”.

Agrega: “Estamos próximos a Costa Rica y Panamá. Este último cuenta con una zona cerca del Canal de Panamá denominada “La Ciudad del Saber”, dedicada exclusivamente a la investigación.

Percepción juvenil Un estudio realizado en 2010 por la ACRD, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), determinó que solo 8.8% de los estudiantes de bachillerato del Distrito Nacional y de la provincia Santo Domingo se muestra interesado por los temas de ciencia y tecnología. Entre los motivos que se reflejaron en el análisis “Percepción de la ciencia y la tecnología en estudiantes de bachillerato del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo”, estuvieron la dificultad de conseguir empleo con esas carreras, poco futuro en los científicos, bajos salarios, dotación académica, y profesiones aguardadas solo para personas adineradas.

Motivar desde las escuelas Elisa Gómez y Agripina Ramírez, encargadas de Biotecnología Farmacéutica y aplicada al Medio Ambiente, respectivamente, del Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI), explicaron que una de las causas es la poca influencia de las escuelas durante los cursos básicos. “Desde los cursos de séptimo y octavo se debe ir motivando a los estudiantes en las ciencias básicas, para que cuando estén en los últimos años de secundaria tengan una idea de qué rama de la ciencia quieren estudiar.

Asimismo, insistieron en que se necesita mayor disposición de recursos para la investigación, tanto desde el Estado como de instituciones privadas y ONG.

Milcíades Mejía consideró que si la modalidad de tanda extendida se aprovecha adecuadamente, se podría tener estudiantes con una mejor preparación y mejor posicionados en todas las pruebas internacionales de lectoescritura, de matemáticas, de Física, Química y Biología.

Y Elisa Gómez apuntó: “Los medios de comunicación deben promover y difundir las informaciones científicas, de modo que las personas puedan motivarse a través de lo que ven y de lo que leen”.

Mejores condiciones para los científicos dominicanos “La mayoría de los estudiantes que se preparan en el exterior muchas veces no encuentran el campo laboral para desarrollarse ni consiguen el centro de investigación que les pueda dar un empleo, y cuando le dan el empleo tampoco tienen las condiciones salariales. En efecto, hay que trabajar mucho en ese sentido”, señaló el también destacado docente.

Manifiesta que “se deben crear las condiciones para que los investigadores trabajen en condiciones dignas; que se sientan realizados y puedan emprender investigaciones que puedan resolver problemas puntuales en la producción, en la generación de información, en la adaptación de tecnologías y nuevos descubrimientos. Hay que seguir avanzando y eso es parte de lo que se necesita: una inversión un poco más fuerte en ciencia y tecnología”.

Los pocos recursos para la investigación y para impartir docencia se reflejan en el sentir de los jóvenes científicos como Stephany Pérez, Carlos Read y Dulce Minaya: “Cuando ellos terminan, vienen al país a una realidad que no los motiva y por tanto se quedan en el extranjero”.

Para lograr el desarrollo esperado, ¿cuánto falta? Milcíades Mejía estima que tomará mucho tiempo. No obstante, se ha ido avanzando, debido a que algunas universidades están creando sus centros de investigación, pero, a juicio del experto, el número debe ser mayor.

“Nos va a costar mucho tiempo lograr el desarrollo tecnológico en República Dominicana, pero hay una luz al final del camino con algunas universidades que están promoviendo una investigación rigurosa y un nivel académico superior en sus docentes”, expresa.

Y agrega: “Nosotros como país hemos perdido mucho tiempo y para recuperarlo, vamos a tener que caminar con pasos agigantados”.

(+) POCO VALOR POR LOS CIENTÍFICOS Milcíades Mejía lamenta la poca valoración que tienen los científicos en República Dominicana, quienes terminan muchas veces en la miseria y con una pensión insignificante.

“Desde la Academia de Ciencias hemos estado insistiendo por mucho tiempo en que el Estado dominicano tiene que proteger a sus científicos, con una pensión digna, porque el investigador no trabaja para hacer dinero; trabaja para descubrir cosas por satisfacción personal y nacional. Lo que busca realmente es el aporte que pueda hacer a la sociedad. El Estado ha sido indolente en la protección de sus científicos”, deplora Mejía.