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CARRERA PRESIDENCIAL

Errores históricos en los debates entre candidatos a la presidencia de Estados Unidos

¿DE QUÉ DEBEN CUIDARSE HILLARY CLINTON Y DONALD TRUMP DURANTE EL DEBATE DE HOY?, DE NO REPETIR FALLOS DE SUS ANTECESORES

Lo que inclina la balanza sobre quién gana o quién pierde un debate entre los candidatos presidenciales de Estados Unidos no es el que mejor lo hace, sino quien cometió el mayor error.

Los errores, desde la negativa de Nixon a maquillarse o haber acudido al debate con profundas ojeras, hasta la agresividad de al Gore, que en medio del debate se aproximó demasiado a George Bush, han mostrado que el trofeo se lo lleva quien no mete la pata.

De manera que, si sacan provecho de los errores de sus antecesores, los aspirantes a la Casa Blanca, Donald Trump y Hillary Clinton evitarán repetir los fallos que hicieron perder los debates ante la opinión pública a otros contendores. Y ganar el debate es importante. Quien gana, también gana la presidencia.

Los ojos de Estados Unidos, y de gran parte del mundo, estarán hoy pendientes de la actuación de estos candidatos en el evento televisado con mayor nivel de audiencia –superado solamente por el Super Bowl-. Por eso todos están pendientes a qué dirán, qué harán y cómo actuarán los candidatos.

Vamos a darle una manita a Hillary y Donald al recordarles los fallos históricos en los debates televisados de los Estados Unidos:

John Firzgerald Kennedy y Richard Nixon 1960: Maquíllate

Cuando Nixon se presentó al primer debate presidencial televisado rehusó maquillarse, quizá por desconocimiento del impacto que su aspecto podría tener en la percepción que el público tendría de él.

Nixon con su aspecto cansado y la falta de maquillaje hicieron que la apariencia fresca y cuidada de Kennedy resaltara. Atribuyen a esto el triunfo de Kennedy en el debate y en las elecciones de ese año.

Gerald Ford y Jimmy Carter 1976: ¿Que no que…?

Al cabo de 16 años, Estados Unidos volvió a tener en un debate televisado de sus candidatos. En esa ocasión, la apariencia no fue el problema, ahora eran las afirmaciones.

En plena Guerra Fría, Ford aseguró que no existía una dominación soviética en Europa del Este y que bajo su administración tampoco la habría.

El moderador del debate intentó hacerlo entrar en razón haciéndole una pregunta de confirmación, pero Ford insistió en su idea y eso le costó el debate en un momento en que empataba a su rival.

Ronald Reagan y Jimmy Carter 1980: Preguntas…

Cuatro años después, el debate entre Ronald Reagan y Jimmy Carter fue hilarante.

Reagan hizo reír al auditorio cuando, ante la crítica de su oponente dijo en tono burlón “Ahí vas otra vez”, mostrándose acostumbrado al discurso de Carter.

Pero Reagan no solo hizo reír a la gente, también los puso a pensar. En su reflexión para invitar al voto no hizo promesas ni criticó. Simplemente llamó al electorado a responderse a una pregunta: ¿Está usted mejor que hace cuatro años? ¿Es para usted más fácil ir a la tienda y comprar las cosas que necesita que lo que fue cuatro años atrás? ¿Hay más empleo o desempleo en la ciudad del que hubo cuatro años atrás? ¿Es los Estados Unidos un país respetado alrededor del mundo como lo era?

Con estas preguntas el candidato puso al público a evaluar el desempeño de Carter durante su mandato. Aparentemente las respuestas fueron negativas porque Reagan ganó el debate. Y las elecciones.

Ronald Reagan y Walter Mondale 1984: ¿Viejo yo?

En este debate, Reagan lo hizo de nuevo. Cuestionado por el moderador sobre las fuerzas que a sus 73 años tenía para gobernar Reagan respondió: “No voy a hacer de mi edad un tema de campaña. No quiero explotar para asuntos políticos la juventud e inexperiencia de mi oponente”.

El público se rio, el moderador se rio, hasta Mondale se rio.

Bill Clinton y George H. Bush 1992: No mires el reloj

Ese año el debate incluyó preguntas del público. Pero a Bush la desesperación lo venció y en medio de la pregunta de una mujer del público miró el reloj en un franco acto de hartazgo, de no querer estar ahí.

Quizá por eso no fue capaz de entender y responder correctamente la pregunta de cómo la deuda pública le afectaba de manera personal y, en caso de no verse afectado, qué soluciones propondría para aquellos a los que sí afecta.

Cuando Clinton recibió el turno pidió a la mujer que repitiera la pregunta y respondió con una entrega y seguridad que fueron claramente valoradas por la audiencia. Ese año Clinton ganó las elecciones.

Al Gore y George W. Bush 2000: Un poquito para atrás, por favor

Durante este debate el candidato Al Gore se paró de su asiento mientras Bush respondía una respuesta y se le acercó en un gesto que ha pasado a la historia como un intento por intimidar a su oponente. De más está decir que no resultó. Bush, al percatarse de su cercanía, hizo un gesto con la cabeza en señal de saludo y continúo con su exposición.

El público presente rio ante la reacción de Bush, quien ese año ganó las elecciones.

Barack Obama y John McCain 2000: Ese tipo…

Referirse a Obama como “ese tipo” hizo que la participación de McCain en el debate se desluciera.

El término pudo interpretarse como despectivo.

Barack Obama y Mitt Romney 2004: ¿Carpetas llenas de mujeres?

Cuando Obama buscaba la reelección en 2004 los números no iban bien, pero su rival le allanó el camino.

La pregunta era sobre la diferencia entre la cantidad de hombres y de mujeres empleados en el gobierno.

Romney respondió con un ejemplo de cómo había lidiado con el asunto mientras era gobernador. Pero la frase “tengo carpetas llenas de mujeres” no fue tomada a bien. Obama ganó las elecciones.

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