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ANALISIS POLÍTICO

Embajada de EEUU cumple con venganza

HAY QUIENES CONSIDERAN QUE LA AFRENTA SUFRIDA POR EL PRESIDENTE DE LA JUNTA CENTRAL ELECTORAL (JCE), ROBERTO ROSARIO MÁRQUEZ, AFECTA AL ESTADO DOMINICANO

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Guarionex RosaEspecial para LISTÍN DIARIO

El informe final de las elecciones del pasado 15 de mayo, elaborado por los observadores de la Organización de Estados Americanos, OEA, ratificó que las mismas fueron democráticas y resultantes del apego de los electores a la voluntad popular que se expresó.

En alguna medida, ese informe, esperado por los opositores y por la opinión pública y que daba término a los alegatos que se hicieron sobre supuestos fraudes, posiblemente se basó en el resultado de un 62% en la elección presidencial, que ratificó la reelección.

Otra razón fue que no se presentara ninguna impugnación en mesa electoral alguna no obstante las denuncias que se formularon en varios municipios, notablemente en Santo Domingo Este, donde el candidato opositor, Manuel Jiménez, alegó fraude.

Lo que hizo la misión de la OEA encabezada por el expresidente colombiano, Andrés Pastrana, fue formular una serie de recomendaciones, algunas de las cuales había señalado de manera más esquemática en el informe que siguió a los comicios del 15 de mayo.

De las recomendaciones de la comisión resalta la eliminación del arrastre electoral y la desvinculación de las elecciones de senadores y diputados, mencionadas por los redactores de la nueva Ley Electoral en proyecto.

En el informe, la misión reconoce el esfuerzo llevado a cabo por la Junta Central Electoral, JCE, al dotar de mayor seguridad a los procedimientos de identificación de los votantes y agilizar el proceso de escrutinio, pero cita las dificultades en la implementación de la tecnología.

Por tal razón, según dice el informe, se recomienda que los procedimientos relativos al conteo de votos estén definidos con mayor claridad en la nueva ley, dado que es un componente fundamental de un proceso electoral que no debería estar sujeto a reglamentaciones internas.

La creencia de que podría haber una mención negativa sobre el resultado de las elecciones pasadas, llevó al excandidato del Partido Revolucionario Moderno, Luis Abinader, a presentarse en la sesión de su Consejo Permanente aunque tuvo que sentarse entre el público.

Retiro de visas El anuncio hecho en la sede de la OEA, en Washington, D. C., por el expresidente Pastrana, fue opacado por la divulgación el pasado jueves, de que el Departamento de Estado había cancelado los visados al presidente de la Junta Central Electoral, JCE, Roberto Rosario.

Hay quienes creen que la afrenta sufrida por el doctor Rosario afecta al estado dominicano, aunque los rumores han señalado que el embajador Brewster visitó brevemente al presidente Medina, al parecer para enterarlo de lo que el Departamento de Estado había ordenado.

La visita de la señora cónsul general al despacho de Rosario fue en alguna medida un acto de atropello. La funcionaria le reclamó el pasaporte y le marcó con el sello “cancelado”, algo insólito que el presidente de la JCE permitió que ocurriera al parecer por falta de conocimiento.

El posterior envío del otro pasaporte (ordinario) para que se hiciera lo mismo tuvo menos explicación, por cuanto no iba revestido de la sorpresa ocurrida en la audiencia, la cual quizás no debió concederse en el momento dado la jerarquía menor de un cónsul general. Al disponer la cancelación de los visados diplomático y ordinario en los respectivos pasaportes, la embajada de los Estados Unidos, a través de cuyo consulado general se verificó la acción, se cumplió con una venganza pendiente por el affaire Rosario-James Brewster.

Rosario y el embajador Brewster chocaron en la sede de la JCE previo a las elecciones pasadas cuando el diplomático se presentó ante el funcionario y tuvieron un intercambio de expresiones poco cordiales, que “llegaron lejos”, al decir diplomático.

Brewster, quien había estado activo en visitas y vinculaciones con sectores interesados en el tema de las elecciones, al parecer amenazó al presidente Rosario con retirarle el visado, cosa que, para sorpresa general del público, el magistrado comentaría luego de la audiencia.

El rifirrafe entre el diplomático y el funcionario de a JCE y cuyo ruido trascendió a la opinión pública, parece que siguió su curso calladamente por los canales diplomáticos tras la embajada presentarlo ante el Departamento e insistir en la cancelación de las visas. Rosario y el embajador Brewster disintieron por la forma en que el diplomático manejó sus relaciones con el organismo. Brewster no aceptó la sentencia 168-13, del Tribunal Constitucional, TC, que Rosario defendió. Reclamó sin éxito la observación de su país en las últimas elecciones.

El presidente de la JCE creía que el gobierno norteamericano como tal no podía observar las elecciones y basó su criterio en que si se permitía eso se le daría a su embajada un derecho que no tiene, lo que equivaldría a violar la soberanía nacional.

Dividido como estaba el país respecto a los comicios, de los cuales se decía que Estados Unidos apoyaba al candidato opositor, Abinader, fue notorio que se tomara partido a favor de una causa y la otra, la cual también envolvió a contradictores del funcionario público.

El pleno hablará Se dice que el pleno de la JCE está convocado para mañana lunes para estudiar el caso. Se creería que nada puede hacerse porque aunque la decisión del Departamento de Estado enloda no solamente a Rosario, sino al país, se le podría ver como una sanción particular.

Lo malo para Rosario y para quienes aspiran a que continúa al frente de la JCE tras una posible confirmación del Senado, es que al no precisarse las razones de la cancelación del visado, se abre un abanico de especulaciones dado que eso solo de aplica por faltas graves.

Estados Unidos impone la cancelación de los visados para entrar a su territorio a las personas envueltas en el crimen organizado, la trata de personas, el terrorismo y el lavado de activo, todo lo cual parece muy distante del estilo de vida del funcionario sancionado.

La visita de Brewster a Medina, si ocurrió, podría haber sido para asegurarle, como indicó la embajada en un comunicado posterior a la visita de la señora cónsul general a la JCE, que las relaciones de los dos países se mantienen “excelentes” tanto con el gobierno como con el pueblo.

De Rosario se podría esperar que aguarde la decisión del Senado de confirmarlo como presidente de la JCE por un nuevo período, lo que liberaría al estado dominicano del enojoso momento creado por la cancelación de las visas. Otra cosa es que el funcionario, de manera voluntaria, decida no presentar su nombre para la ratificación en el puesto.

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