La Iglesia Católica realiza Jubileo de la Misericordia

La Iglesia Católica celebró ayer con todos los sacerdotes de la Arquidiócesis de Santo Domingo su Jubileo de la Misericordia, con la finalidad de vislumbrar por el rostro misericordioso de Cristo.

Monseñor Amancio Escapa fue el encargado de oficiar la eucaristía en la Catedral Primada de América, donde recordó una reflexión del Papa Francisco, quien declaró este año como el de la Misericordia.

“El Papa Francisco nos hace reflexionar y nos hace entender que la misericordia significa verla impresa en el rostro de Cristo, el cual está vivo y realmente presente en el misterio de la santa eucaristía. La celebración de esta liturgia es un momento privilegiado para dejarse atraer por el rostro misericordioso del Padre”, expresó.

Explicó que para ser misericordiosos hay que ser primero misericordiados, que significa que hay que vivir primero el perdón.

“Tenemos que saber arrodillarnos ante Dios con el alma y el espíritu. Decirle a Cristo que no somos dignos de él y pedirle ‘perdóname por mis pecados’, porque para alcanzar la misericordia debemos primero reconocer que necesitamos de esa misericordia, y la iglesia en estos momentos nos invita a eso”, dijo.

Manifestó que Dios perdona siempre a sus hijos, y que lo hace de tal manera que olvida sus pecados.

Precisó que el perdón de Dios no quiere decir que las personas se convierten en unos santos, ni mucho menos que se han reconocido los pecados. “Muchas veces nos sentimos pecadores, y eso hace que entremos en una depresión espiritual, nos amargamos por nosotros mismos, sentimos desilusión, desaliento, desánimo y pedimos perdón a Dios, pero nos olvidamos de aceptar dentro de nosotros la alegría y el gozo del señor”, expresó el prelado.

Durante la eucaristía el sacerdote llamó a los religiosos a abrir las puertas del corazón para no excluir a nadie.

“Entraremos por la puerta del Señor para recibir la misericordia y el perdón, para comprometernos a ser como el Padre”, indicó.

Expresó que los sacerdotes, como elegidos por Dios, están llamados a llevar la misericordia a los demás, en especial en los momentos difíciles.

“Que los sacerdotes de República Dominicana sientan que están distribuyendo ternura en nuestros corazones y que seamos misericordiosos con los demás”, agregó.

El jubileo es una fiesta especial, en el cual se ofrece una concesión a nivel de la gracia divina.

Jubileo quiere decir fiesta, gozo, entusiasmo, que las personas necesitan optimismo y esperanza para seguir llevando adelante una misión, en este caso la evangelizadora de la iglesia.