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PANORAMA POLÍTICO | ANÁLISIS

Danilo carga con la reelección y el liderato del partido morado

EL TRIUNFO DEL PRESIDENTE SE DEBE A LA OBRA DEL GOBIERNO Y HABER DIRIGIDO UNA CAMPAÑA SIN DESCANSO DURANTE MÁS DE UN AÑO

La victoria abrumadora del presidente Medina para ganar la reelección y gobernar el país por cuatro años más, a partir del 16 de agosto, le otorga también el liderazgo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), quizá urgido de que se produjera esa definición.

Medina tiene ahora no solamente una buena cantidad de los funcionarios elegidos sino también la calidad moral para asumir el liderazgo de su organización, porque su triunfo se debe a la obra del gobierno y a que dirigió una campaña sin descanso durante más de un año.

El conseguir la casilla número uno en la boleta electoral para el 2020, tras obtener dos millones de votos en las recién concluidas elecciones, fortalece al partido del presidente Medina, aunque tenga que esperar brega interna y externa, natural en un segundo mandato.

Los adversarios del Presidente tendrán que reconocerle que hizo una campaña sin promover lo que se llama campaña sucia, algo que está en práctica actualmente en los EEUU donde se juega quién ganará la Presidencia entre Donald Trump y Hillary Clinton.

Medina reconoció que no fue a debates ni a programas de entrevistas por la televisión, ni tampoco a los periódicos, que invitaron a todos los candidatos presidenciales, debido a que por él hablaban las obras públicas que llevó a cabo en todo el país durante casi cuatro años.

En lugar de esas presentaciones, el Presidente fue directamente hacia los electores, una experiencia para los oponentes que en la carrera presidencial entre todos no llegarán al 5% de los votos, según los resultados ofrecidos hasta ahora por la Junta Central Electoral, JCE.

El Presidente reelecto y sus asesores creían que sus obras en materia de educación, como fue el lograr el 4%, la construcción de escuelas, la tanda extendida, el apoyo a la agricultura, las pequeñas empresas y las visitas sorpresa que fueron una novedad, eran suficientes.

Quejas de Abinader Aunque el partido opositor, el Revolucionario Moderno, PRM, y su candidato, Luis Abinader, han planteado que ocurrieron irregularidades considerables en la jornada electoral, al Presidente le beneficia adicionalmente el hecho de que diez encuestas lo daban como el ganador.

Una cierta beligerancia verbal era razonable de parte del candidato Abinader, quien desearía mantener el liderazgo del PRM, del cual la figura principal es el expresidente Hipólito Mejía, cuya hija, Carolina Mejía de Garró fue la compañera de boleta opositora.

Al triunfar en las elecciones con un monto superior al 62% de los votos, el gobernante pone en su foja la marca histórica para un político que se presentó en elecciones desde que las mismas adquirieron tinte democrático en 1962, cuando el profesor Bosch fue elegido.

La victoria de Medina era anticipada también por analistas y publicistas que siguen día a día los temas políticos. Con tantos factores a su favor no parecía posible que un candidato novato como Abinader, pudiera ganarle, cuando el apoyo popular siempre se mantuvo alto. Lo que se discutía era el nivel en que se produciría la victoria, ya que entre partidarios del expresidente Fernández, se quería que fuera modestamente sobre el 50%. Los adversarios hablaron desde mitad de la campaña electoral de una segunda vuelta, que era el único chance.

A trabajar juntos En su discurso de celebración del triunfo electoral, el presidente Medina invitó a la oposición “a trabajar juntos por un mejor país”, algo comprensible, que le daría paz a su régimen al menos durante los primeros dos años y que le permitiría echar adelante sus programas.

Medina necesitará de la oposición para impulsar las leyes electorales y de los partidos políticos, así como otras que han sido demoradas largamente en el Congreso, aunque su partido repite con mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados.

La pérdida, al parecer, de tres curules senatoriales quizá ayude al equilibrio de fuerzas, que al régimen de Medina más que perjudicarle le beneficia para que su próximo cuatrienio no tenga sobresaltos y pueda ser como el presente en el cual mantuvo el apoyo de los electores.

“Díganles a esos que no votaron que yo les mando a decir que hablen con sus senadores, diputados y alcaldes que han ganado, que Danilo quiere trabajar de la mano con ellos”, afirmó el Presidente, quien al parecer quiso celebrar temprano su triunfo pero sin extravagancias.

Quizás los asesores de Medina estaban al tanto del malestar que la derrota provocó en los partidarios del candidato Abinader y del PRM, que abandonaron los locales de la campaña la misma noche del pasado domingo, mostrando que reconocían lo que había pasado.

Los cómputos mostrados por la Junta Central Electoral, JCE, por la televisión, señalaron que el presidente Medina ganó las elecciones desde las primeras proyecciones, sin que bajara de un cercano 60% y más bien subió hasta el boletín 5 en que tenía 62%.

La opinión de las organizaciones nacionales e internacionales que observaron las elecciones, aunque con algunos reparos en cuanto a las criollas, certificaron que las elecciones fueron limpias y con igualdad para los electores, lo que apuntala el triunfo de Medina.

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