Dos aliados que reciben cuotas de mayoritarios

El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) ha acudido aliado a cuatro de las últimas cinco elecciones generales del país.

No sorprende en el sistema electoral dominicano que una organización política decida en tantas ocasiones participar como aliado. Puede que lo interesante con el partido “colorao” esté en que por treinta y siete años fue una de las fuerzas políticas de mayor protagonismo en la vida política del país, desgastado electoralmente tras el fallecimiento de Joaquín Balaguer, su líder histórico.

Algunos analistas sitúan precisamente el punto de quiebre de la organización reformista en la muerte de su líder histórico, añadiéndolo al hecho de que tras su desaparición los dirigentes del partido pensaron en ocasiones más en temas personales que en los de la agrupación.

La primera disminución electoral significativa de la organización se produjo en 1996 cuando presentaron a Jacinto Peynado como candidato presidencial, ante la imposibilidad de Balaguer presentarse por la modificación constitucional que se introdujo en 1994 que le acortó el período e introdujo la no reelección presidencial.

En esa elección el PRSC sacó el 15% de los votos en la primera vuelta electoral, y cuando la elección necesitó de un balotaje para definir al presidente del país, entonces apoyaron a Leonel Fernández y al PLD, llevándoles al poder bajo la sombrilla del “Frente Patriótico”.

Los problemas electorales del PRSC se pusieron de manifiesto otra vez en la elección de 2004, donde Fernández buscaba retornar al poder en un enfrentamiento con Hipólito Mejía, que corría tras la reelección en el cargo. Los reformistas presentaron a Eduardo Estrella como su candidato y un grupo importante de sus dirigentes partió al lado peledeísta, en la conformación de un bloque electoral que devolvió al PLD al poder con 57% de los votos.

Los reformistas optaron por una alianza electoral en 2006 con el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) para las elecciones congresionales y municipales, unos comicios en donde el PLD les venció y se hizo cargo de la mayoría de puestos en el Congreso Nacional.

Las crisis del PRSC se mantuvieron en el proceso electoral de 2008 cuando Eduardo Estrella decidió abandonar ese partido y aceptar la candidatura presidencial por el Revolucionario Social Demócrata (PRSD). Amable Aristy Castro fue el candidato de los rojos ese año y su votación 4.59%, la más baja que hayan registrado en sus participaciones.

La organización repitió como aliada en unos comicios congresionales y municipales, pero esta vez del lado de los morados, que ampliaron su poderío en el Congreso hasta dejar sin participación a la oposición política en el Senado del país.

(+) LOS TRIUNFOS PRESIDENCIALES DEL PRSC 1966 Su primera presentación a elecciones y ganaron el poder con Joaquín Balaguer, justo luego de la salida de las tropas norteamericanas.

1970 Balaguer se mantuvo en el poder con la abstención del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

1974 El último período de gobierno de los reformistas en los “doce años de Balaguer” comenzó este año.

1986 Joaquín Balaguer retorna al poder, aun cuando ya muchos lo consideraban un cadáver político.

1990 Ganaron las elecciones ante el sentimiento y la acusación de fraude del PLD.

1994 Su “victoria” produjo una crisis institucional.

Crisis afecta caudal votos Crisis puede ser el concepto desde el que se cuente parte de la historia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). De esa palabra se puede comprender la formación de otras seis organizaciones que han integrado el sistema electoral y también desde la tesis de sentimiento nacional, que vuelve a agruparlos y levantarlos cada cierto tiempo.

Así fue hasta 2014, cuando luego de dos años de intensas y crudas fricciones por el control de la organización un grupo de dirigentes puso fin a su militancia y partió del partido blanco hasta agruparse en la Alianza Social Dominicana (ASD), a la que le cambiaron nombre y ahora la estrenan como Revolucionario Moderno (PRM), debutante con la principalía de la oposición en el país.

La última reedición de los conflictos en el PRD puede que le hayan llevado, o encaminado, a una alianza electoral con el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que gestiona la administración pública desde el año 2004 de forma ininterrumpida, y quien fuera su principal adversario político desde el proceso electoral de 1996, cuando Leonel Fernández le ganó el poder a José Francisco Peña Gómez. El pacto electoral entre ambos partidos, denominado como “Gobierno Compartido de Unidad Nacional”, comenzó con la aprobación de la modificación constitucional para reinstaurar la reelección presidencial, propiciada por decisión del Comité Político del PLD y por el acuerdo entre Danilo Medina y Leonel Fernández. La respuesta de la organización blanca es que la decisión de ir aliados al PLD es una respuesta al contexto electoral dominicano, en donde el presidente Danilo Medina se lanzó por la reelección presidencial por sus “altos niveles de aprobación”. El acuerdo electoral entre el PRD y el PLD incluye posiciones en puestos gubernamentales, que les serían asignados, de acuerdo a lo declarado por Miguel Vargas, en función de los votos y el porcentaje electoral que registre ese partido. Además en su beneficio están las candidaturas a puestos electivos que le fueron cedidas por el partido en el gobierno. El PRD se ha beneficiado en el presente proceso electoral de las diferencias de dirigentes locales del PRM, molestos por la manera en la que fueron seleccionados los aspirantes a puestos electivos, una estrategia electoral que han definido como acciones de retorno de los líderes políticos. La visión de la dirección del partido blanco es que la agrupación pueda fortalecerse con el retorno de esos dirigentes, que tienen nombres preponderantes como Tony Peña Guaba o Héctor Guzmán, dos de los más cercanos colaboradores de Luis Abinader y del expresidente Hipólito Mejía.

El conflicto último de la organización comenzó en marzo de 2011 con la elección de su candidato presidencial, cita interna a la que acudieron Vargas, presidente del partido, y el expresidente Hipólito Mejía, rehabilitado políticamente con la modificación constitucional de 2010.