Gobierno de RD, al margen de la crisis vive Haití

El gobierno del presidente Medina ha hecho bien en mantenerse al margen de la situación prevaleciente en Haití, sin aprobar la solución “a lo Martelly”, que se llevó a cabo el sábado pasado y que lejos de solucionar la crisis del país vecino, la ha empeorado.

La parte dominicana solamente tiene que perder si se involucrara en los asuntos internos de Haití como ha hecho reiteradamente los Estados Unidos, que buscó una solución con el Presidente saliente y luego aceptó su propuesta para el arreglo político.

El silencio sobre lo que pasa en Haití, aunque ello implique tener que aguantar las ganas de protagonismo mediático, le permitiría a la parte dominicana acoger cualesquiera de los candidatos que se enfrenten en la venidera elección, Jovenel MoÔse o Jude Celestin.

Martelly se despidió el sábado por la madrugada de su personal secretarial y de los edecanes militares, de manera lacrimosa, según lo reseñó el corresponsal de la cadena ABC-Miami, Calvin Hughes, quien fue recibido por el ex gobernante haitiano.

Para todos los fines, dadas sus maniobras de los últimos meses para dejar en el poder a un títere, al bailarín de compa le fue mejor que a los primeros gobernantes del país. Dessalines fue asesinado, el rey Cristóbal se suicidó y Petión murió de melancolía.

El plan de Martelly quedó develado en su entrevista con ABC-Miami al decir que se iría de vacaciones por unos días fuera de Haití y volvería luego a ocuparse de sus quehaceres, sin descartar postularse a la Presidencia en las elecciones del 2021.

República Dominicana no podría haber sentido ningún dolor por la salida de Martelly puesto que el ex gobernante incentivó una campaña mundial por el tema de la ley 168-13, prohibió la compra de 23 productos básicos y usó la simulación como diplomacia. Sorprendió que entre los países que reconocieran la solución Martelly, se encontrara Argentina, que tiene una diplomacia muy atildada, aunque pudo haberse impuesto el reciente alineamiento del presidente Mauricio Macri con Estados Unidos.

También sorprendió en círculos políticos dominicanos la presencia en Santo Domingo del secretario de Marina de los Estados Unidos, Ray Mabus, quien departió con el presidente Medina tras ser llevado al Palacio Nacional por el embajador James Brewster.

Mabus es un oficial de muy alto rango del gobierno norteamericano que el año pasado visitó Estonia, Bosnia, Latvia, Polonia, Indonesia, Paraguay, Belice y Colombia. El protocolo del último país arregló un programa con su par, el ministro de defensa, no con el presidente Santos.

Martelly deja un lío El expresidente Martelly se propuso dejar un lío en Haití ya que no convenció a los opositores del grupo G-8 de aceptar la celebración de las elecciones de segunda vuelta como estaba programado el pasado 25 de enero. Las calles obligaron a la suspensión.

Ya para la fecha el gobernante tenía listos para entrar en acción a varios cientos de antiguos militares del ejército duvalierista, quienes entraron en Puerto Príncipe armas en mano con la intención de intimidar a los opositores e imponer las elecciones.

En principio el exgobernante dijo que no dejaría el poder en la fecha establecida el pasado domingo 7, de acuerdo con la Constitución. El primer ministro supuestamente renunció para reaparecer el domingo como el sustituto de Martelly.

Lo que buscan los seguidores del partido Tet-Kale, de Martelly, es la formación de un gobierno provisional de esta semana, que lo encabezaría el presidente del Senado y de la Asamblea Nacional, Jocelerme Privert, que la oposición considera parte de los conflictos.

Los opositores del G-8 y otros sectores quieren que el gobierno provisional lo encabece el presidente de la Suprema Corte de Justicia, que nombrará un nuevo primer ministro de consenso entre las figuras políticas serias y el cese del gabinete de Martelly.

También el establecimiento de una comisión de la sociedad civil integrada por las universidades, la defensoría del pueblo, la iglesia católica y otras, con un mandato de 30 días en que se evaluarían completamente los resultados de las pasadas elecciones.

Acuerdos en el limbo Las relaciones de Haití con el resto de la comunidad internacional han quedado en una especie de suspenso mientras se cubre el vacío de poder surgido con la salida de Martelly el pasado domingo. Los acuerdos con la República Dominicana están en el limbo.

RD y Haití acordaron el 13 de octubre en Barahona, siete puntos para el restablecimiento pleno de las relaciones entre los dos países, debilitadas por la prohibición de ingreso de 23 productos dominicanos y manifestaciones callejeras antidominicanas.

Entre esos puntos acordados en presencia del presidente Martelly y del dominicano, Medina, se planteó una visita de trabajo del último a Puerto Príncipe, el reinicio de las conversaciones bilaterales en un plazo de 15 días y el impulso del plan empresarial Quisqueya, en la frontera común.

Los desórdenes ocurridos en Puerto Príncipe y otras ciudades haitianas a raíz de la posición del presidente Martelly causaron una irrupción de pescadores que protestaban mientras ingresaba al puerto de Labadee, en el norte, el crucero semanal del Royal Caribbean.

Como resultado la compañía con sede en Miami canceló sus viajes. También han sido afectadas las clases en escuelas y universidades y los principales grupos musicales suspendieron su participación en el carnaval que concluye hoy. En su último decreto, Martelly dispuso un largo feriado hasta el lunes 15.