Presidente de la SCJ dice que tribunales conocerán acusación

El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán Mejía, dijo que se dilucidará en los tribunales la acusación en su contra formulada por la suspendida magistrada Awilda Reyes Beltré.

Explicó que no argumentará sobre el caso a la prensa porque como presidente de la Suprema Corte tiene que ser un símbolo de prudencia.

“La prudencia me dice que en los momentos de muchas dificultades hay que saber callarse, agradezco su preocupación, pero no voy a decir nada, no voy a emitir opinión”, enfatizó.

Mientras el consultor jurídico y miembro de Participación Ciudadana, Francisco Álvarez, dijo que corre peligro la vida de la jueza suspendida de la Cuarta Sala Penal del Distrito Nacional, Reyes Beltré, acusada de recibir dinero a cambio de disponer la libertad del regidor de Pedro Brand, tras la denuncia de todos los hechos de corrupción en que presuntamente se vio involucrada.

Dijo que la magistrada le expresó que su integridad física peligra, por lo que a su juicio eso es algo muy serio que las autoridades tienen que ponerle atención.

“Lo primero que nos dijo era que su vida estaba en peligro, que su integridad física peligraba, que es algo muy serio”, acotó Álvarez en rueda de prensa celebrada en compañía de directivos de la entidad de la sociedad civil.

Mientras que Álvarez dijo que desde el momento en que Reyes Beltré se acercó al movimiento fue recibida abiertamente para escuchar su versión de los hechos en torno a la acusación por la cual fue suspendida por los miembros del Consejo del Poder Judicial y es investigada por la Procuraduría General de la República.

Álvarez informó que lo que la suspendida jueza le reveló, tanto a él como a Rosalía Sosa, fue puesto en conocimiento de la Procuraduría General de la República donde ambos acudieron a una citación que le hiciera el Procurador Adjunto Bolívar Sánchez.

Sostuvo que PC está en el deber de revelar todo lo que sabe debido a que cuando escucharon a la jueza suspendida no lo hicieron en condición de abogado, cura o periodista, razón por la que no están obligados a “preservar ningún secreto profesional”.