Haití atrapado en tremendo lío

El escándalo que envuelve a dos sobrinos políticos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, coloca a ese país en medio de Haití, donde fueron capturados los dos hombres bajo acusación de conspiración para traficar con drogas, y Estados Unidos, que los encarceló en Nueva York sin derecho a fianza.

Los hermanos Efraín Campos Flores y Francisco Flores de Freitas fueron arrestados el martes pasado en Puerto Príncipe, al llegar en un avión privado para consumar una operación de entrega de 800 kilos de cocaína pura, que había sido calificada en Honduras por catadores de buen olfato.

La conspiración de los familiares Flores, hijo de crianza y sobrino de Cilia Flores, primera dama de Venezuela, fue seguida paso a paso por la DEA, de Estados Unidos, desde los primeros tratos en la costa atlántica del país centroamericano. Los acusados podrían ser condenados desee 10 años a cadena perpetua.

El caso recuerda el de un delincuente dominicano, Quirino Ernesto Paulino, confeso narcotraficante que fue encausado en la justicia de Nueva York por conspiración para introducir drogas en ese estado. Se le condenó a 10 años luego de delatar nombres y entrecruces del negocio.

Al gobierno de Haití le viene muy mal el haber entregado sin trámite judicial alguno a los dos familiares del presidente Maduro, quienes pasaron menos de 48 horas en el país caribeño y fueron embarcados en un avión que mandó la DEA a recogerlos en el aeropuerto de Puerto Príncipe, en completo sigilo.

Venezuela, empanada como Haití en elecciones presidenciales, la primera las tendrá el domingo 6 de diciembre y la última afana ahora para finiquitar los resultados finales de su primera vuelta, en medio de acusaciones de que ocurrió un fraude y temores a que la violencia recrudecerá en los próximos días.

Los Estados Unidos son el principal socio comercial de Haití y los críticos dicen que tienen ocupado al país a través de la MINUSTHA, una fuerza de pacificación de las Naciones Unidas que garantiza el orden en el país que no puede hacerlo la endeble Policía Nacional de Haití. Venezuela financia el petróleo a través de PETROCARIBE.

El recuento de las elecciones, disputado por cuatro de los principales candidatos, Jude Célestin, MoÔse Jean Charles y la doctora Maryse Narcisse, favorece hasta ahora a Jovenel MoÔse, el candidato oficialista. Jean Charles denunció el viernes que teme por su vida y pidió al pueblo tomar las calles.

El recrudecimiento de la violencia en Haití podría trastornar aún más los nexos con la República Dominicana, que el pasado 13 de Octubre confió en que el régimen de Martelly, que terminará a principios de años para dar paso al nuevo presidente, podía reencauzar las relaciones, apuesta ingenua que no tomó en cuenta contingencias.

Saga de escándalos Haití ha tenido una saga de escándalos que envuelven secuestros y narcotráfico, siempre con el patrocinio de grupos y apellidos reconocidos, como ahora los sobrinos del presidente Maduro y en el pasado un hijo del ex presidente Porfirio Lobo, de Honduras, o un nieto del magnate haitiano Clifford Brandt.

Lobo fue capturado hace meses en Haití mientras conspiraba para embarcar cargamentos de drogas hacia Nueva York. Se encuentra actualmente esperando juicio de fondo en una prisión de esa ciudad, con el cargo de conspiración junto a Los Cachiros, una banda de transportistas hondureños.

Los Cachiros es la banda más peligrosa de camioneros de Honduras que se cree acumuló una fortuna superior a los mil millones de dólares. En la actualidad se encuentra en reflujo debido a la intensa persecución patrocinada por la DEA y las autoridades hondureñas.

Al igual que los parientes del presidente Maduro, Lobo encara una condena de 10 años a cadena perpetua. Otro caso de escándalo en Haití fue el apresamiento de Clifford Brandt, nieto del magnate de negocios en Haití del mismo nombre, fallecido, quien manejó con mano de hierro los negocios familiares.

El joven Brandt, descarriado y dado a las tropelías con mala junta, fue apresado el año pasado bajo las acusaciones de secuestros contra niños de familias ricas a las cuales se pedía rescate. Una banda que asaltó la cárcel de Croix-de-Bouquets, cerca de la frontera dominicana lo liberó.

En esa ocasión se dijo que más de 300 presidiarios huyeron en una especie de “sálvese quien pueda” y que muchos pasaron la frontera dominicana y se internaron como paisanos indocumentados sin que la mayor parte fueran recapturados por las autoridades dominicanas y devueltos.

Jugada Maestra La captura y sometimiento a la justicia de Nueva York de los sobrinos del presidente Maduro es el término de una jugada maestra de los Estados Unidos contra la autoridad de Caracas, que sorprendió al gobernante y a la señora Flores en un viaje oficial por Arabia Saudita y Ginebra, Suiza.

Quizás ningún golpe de los muchos que quiso dar Estados Unidos al contestatario régimen de Venezuela fue tan contundente como el arresto en Haití y la prisión de los sobrinos Flores, dos cercanos a la primera dama Cilia, un poder inocultable en el trono de Miraflores.

La prensa grande de los Estados Unidos ha desmenuzado el tema decantándose por la arista del nepotismo a cargo de la primera dama y los problemas que anteriormente vincularon al poderoso presidente del Congreso, Diosdado Cabello supuestamente con el narcotráfico.

Hasta el viernes el gobierno de Venezuela había mantenido un hermético silencio sobre las noticias provenientes de Haití y Nueva York, en tanto que el candidato presidencial opositor, Henrique Capriles, exigió una explicación pública sobre el tema. La oposición esperaba sacar ventaja a tres semanas de los comicios.