Revisiones de migrantes y la vida de la frontera expresada en imágenes

Cruzar la puerta de un lado a otro es la intención de decenas de migrantes haitianos y dominicanos. Atravesar esa puerta destartalada, dibujo de una división que todos saben se puede borrar cuando hay dinero o influencias, es la meta. Y no siempre para migrar a las grandes ciudades, o para radicarse en el país vecino. Buena parte de quienes caminan por aquí solo quieren comprar algo más barato, o vender de lo que tienen.

En estos días también se han unido los regresados, grupos de personas que cruzan la frontera con temor a repatriaciones violentas en las que puedan perder sus ajuares. Los caminos de la frontera también tienen estos días minuciosidad en las revisiones, con el desmonte completo de los pasajeros haitianos de los autobuses para que demuestren con pasaporte en mano su autorización a estar en territorio dominicano.

Les bajan y el proceso comienza por cabeza, en manos del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront). Confirmaciones de fotos y vigencia de visados es la norma en los puntos de chequeo, que también se fijan en evitar el tráfico de cargas y que pueden incrementar las horas de viaje de 5, en los autobuses expresos, hasta 7 cuando todos los puntos de chequeo deciden trabajar.

Las revisiones de migrantes y la vida de la frontera, vista desde el lente de Jorge Cruz, a su disposición.