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SOLIDARIDAD

Carlos quiere seguir sonriendo, pero necesita sus riñones sanos

Cuatro procesos quirúrgicos no han sido suficientes para que el niño Carlos Brenis Encarnación Veloz, de 11 años de edad, pueda superar la afección que desde que nació padece en los riñones y la que desde entonces mantiene en constante preocupación a sus padres que sueñan con buscar una solución al problema que padece su pequeño. Luz Altagracia Veloz, ha agotado todos los recursos humanamente posibles para lograr que su hijo supere la hidronefrosis bilateral que padece (infección aguda en sus dos riñones), sin que hasta el momento haya logrado resultados positivos. Al trasladarse desde el kilómetro 23 de la Autopista Las Américas, donde reside, a la redacción de Listín Diario, la afligida madre narra que desde un mes y un día de nacido Carlos empezó a dar los primeros síntomas de lo que se ha convertido en un calvario para la familia durante los últimos 11 años. “He agotado todo, no contamos con un solo peso, todo lo que producimos lo destinamos para los medicamentos, pero ya no aguantamos más”, dice. El niño, a pesar de que juega y lleva una vida feliz, hace crisis constante que ponen en riesgo su vida, por lo que la madre teme que en cualquier momento pueda pasar lo peor si no se somete a otro proceso quirúrgico a tiempo. “En estos días tenía una infección grandísima que lo que orinaba era pus”, cuenta Veloz. Carlos, a los nueve meses fue sometido a la primera cirugía para colocarle un ureter, el cual le facilitaba orinar, pero hubo que retirarlo siete años después porque se venció. Desde entonces solo ha visto drenar sus riñones para que pueda orinar con menores complicaciones, proceso que la primera vez, hace siete meses, le costó RD$109 mil pesos, para una madre que solo gana RD$4,500 en un parque acuático donde labora, y su padre es chiripero. Actualmente el pequeño necesita una cirugía similar, pero no cuentan con los recursos suficientes para cubrir los costos, por lo que apelan a la sensibilidad de aquellas personas o instituciones que puedan ayudar a que Carlos siga sonriendo y jugando con sus amiguitos. “Yo le pido que me ayude para ayudar a mi mami, mi papi y mis hermanos”, dice el niño al referirse al Señor, mientras confía en que Él lo sanará. Para cualquier colaboración pueden comunicarse al teléfono 809-549-9539 o al celular 809-890-9729. También pueden depositar a la cuenta número 6900056193 del Banco de Reservas a nombre de Manuela Morilla.

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