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¿Por qué a la gente le gusta lo gratis?

Lo que es obsequiado es una acción a la que los individuos no se pueden resistir, sea de la condición que sea, provenga de donde provenga y tengan la edad que tengan

Obsequio, foto de archivo

Obsequio, foto de archivo

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Jhangeily DuránSanto Domingo, DR

Los seres humanos tienen cierta capacidad para aceptar aquello que no les cuesta absolutamente nada, e incluso lamentarse porque un regalo que recibieron no era lo que deseaban, pero como se trata de un obsequio en el que no invirtieron pues, bien recibido sea.

Lo que es obsequiado es una acción a la que los individuos no se pueden resistir, sea de la condición que sea, provenga de donde provenga y tengan la edad que tengan, todos los seres humanos tienen una debilidad por lo gratis.

De hecho, tan solo escuchar la palabra “gratis” inmediatamente se logra suministrar tal carga emocional que se percibe que alguien ofrece algo de un valor mayor del que en realidad tiene, pero realmente esto tiene otra explicación.

Según Carla Cepeda, psicóloga y maestra, los humanos sienten un exclusivo miedo a perder, sobre todo cuando se realizó una inversión ya sea de tiempo, dinero, esfuerzo, o todas las anteriores unidas.

“Los seres humanos somos difíciles de descifrar, pero este tema por raro que suene tiene una explicación más que lógica e incluso más de una explicación. Mira, a nosotros nos da miedo perder, por eso odiamos y le tememos a los atracos y cuando alguien te regala algo, cuando tenemos un artículo gratis, esa posibilidad de pérdida desaparece", dijo la doctora Cepeda a este diario.

Entre risas, la experta agregó que, “la euforia que siente la persona cuando recibe algo que tuvo un coste cero, es similar a salir del maestro que tanto odiabas”.

Sin embargo, en conversación con este medio, Scarlet Payano, psicóloga clínica, relató otro punto de vista que asocia ese buen recibimiento de lo gratis, con la actitud de egoísmo que cada ciudadano posee en él.

“A las personas les gusta todo en los que ellos no tengan que dar, es decir, a mí me gusta recibir, pero me cuesta dar, siento que eso es un esfuerzo sobrehumano.

Muchas personas lo ven así, esto hay que trasladarlo al punto del egoísmo, el quiero que me den y mucho más si es algo donde yo no voy a perder”, comentó Payano.

El Listín Diario en búsqueda de respuestas de diferentes puntos de vista, consultó a ciudadanos de distintas edades para conocer la razón por la cual las personas creen que es bueno lo gratis.

Fue así como Heidi Domínguez, una abogada migratoria de 35 años, confesó que a todos se les hace emocionante recibir lo gratis por las condiciones actuales de la vida.

“Qu te puedo decir, la vida está demasiado difícil, trabajas y trabajas y las personas no obtienen lo que necesitan, entonces cuando alguien aparece y te da algo, lo más mínimo, pero regalado, eso es como alegrarte el día”, dijo Domínguez.

Sin contradecir lo que Domínguez compartió, Rubén Peralta, con tan solo 26 años, considera que, “es una pregunta con una lógica respuesta”.

“¿Y quién va rechazar lo gratis?, o sea muchos ni siquiera nos mudamos de la casa por todo lo que nuestros padres nos regalan sin exigir nada, uno se acomoda, el dominicano no está sujeto a pasar lucha”, afirmó Peralta con seguridad y mientras sonreía a carcajadas.

Cuidado con lo que recibes

A pesar de que todos coinciden con que, “lo bueno es gratis”, el psicólogo Mario Fragoso aclaró que en ocasiones hay que tener “cuidado”, con lo que se acepta.

“Lo gratis sí nos gusta a todos, pero, no siempre es bueno. Lo que es facilitado u obsequiado compromete y aunque la persona que recibe no lo crea, pues el que obsequia siente que quien recibe su regalo se encuentra en una supuesta deuda con su persona y estas son conductas peligrosas que habitan en todos los seres humanos”, puntualizó el experto.

Fragoso aseguró a un periodista de este diario que las cosas regaladas, basándose en su posición de psicólogo, se atribuyen a personas que tienen cierta agilidad para “acomodarse” en la vida de otras personas, llegando incluso hasta atribuirles responsabilidades que no le competen al otro sujeto.