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Ídolo del pop

“Last Christmas” de George Michael

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Katherine Haddon, Dario Thuburn y Remi Banet (AFP)Londres

George Michael, el artista cuya melodía “Last Christmas” suena en estas fechas en todos los rincones del mundo, atormentado por la droga y con una vida sentimental complicada, recibe desde el domingo el homenaje de sus seguidores que lloran su muerte. A la vez, organizaciones benéficas británicas elogiaban el hecho de que por años dio su tiempo y su dinero para apoyar diversas causas sin buscar publicidad.

George Michael murió a los 53 años en su residencia de Goring (sur) por razones todavía desconocidas.

El británico fue una superestrella mundial en los años 80, un cantante y compositor cuyas melodías almibaradas escondían una vida personal tormentosa, entre problemas de drogas y rupturas sentimentales.

Tanto en el seno del dúo Wham! como en solitario, compuso algunos de los grandes éxitos musicales de los ochenta, como “Careless Whisper” y “Faith”, vendiendo más de 100 millones de discos a lo largo de casi cuatro décadas. En los últimos años, sin embargo, aparecía poco en público, y la prensa hablaba más de sus incidentes relacionados con las drogas que de su música.

George Michael, que reveló públicamente su homosexualidad en 1998 tras su detención por atentado contra el pudor en unos aseos públicos de Los Ángeles, asumía su complicada vida privada.

“La gente quiere verme como un personaje trágico, con relaciones sexuales en los aseos públicos y consumo de drogas”, pero “yo ya ni siquiera considero eso como debilidades. Es simplemente quien soy”, declaró al diario británico The Guardian en 2009.

El artista mantuvo en secreto durante mucho tiempo su homosexualidad pero, estimulado por su ‘coming out’ a fines de los años 1990, el cantante británico terminó comprometiéndose públicamente en la defensa de los derechos de los gais.

El artista reveló su homosexualidad en 1998 (tras 20 años de carrera), luego de haber sido detenido por atentado al pudor en baños públicos de Los Ángeles (Estados Unidos).

Secreto a voces en el mundo del espectáculo, sin embargo, su orientación sexual no era conocida hasta entonces por el gran público. Más tarde diría que no quiso hablar del tema mientras viviera su madre.

“Para los padres en los años 1980, ser gay frecuentemente equivalía a ser seropositivo (por VIH)”, se justificaría en 2007 durante una entrevista con la BBC Radio.

“Mi madre aún vivía y hubiera sido una pesadilla cotidiana para ella pensar que yo pudiera estar afectado” por el virus, añadía el artista, quien dice haber realizado que era gay hacia fines de los años 1980.

“En la época, los tabloides eran terribles con las personalidades homosexuales”, explica Peter Tatchell, uno de los principales militantes británicos por los derechos gais, para quien Michael no temía solamente la reacción de su madre. “Eran denigrados y mancillados. Ser gay era visto como un escándalo y una vergüenza”, añade. Peor: la explosión del sida condujo a un endurecimiento de la homofobia.

Durante un concierto en Rio de Janeiro en 1991, el británico de origen griego conoció a Anselmo Feleppa, un modisto brasileño quien se convertiría en su primer gran amor.

Al cabo de seis meses de relación, el brasileño se entera que es serpositivo (por VIH), lo que fue un gran ‘shock’ para Michael. “No podía pasar por esa prueba junto a mi familia puesto que no sabía como decírselo. Inclusive, no sabían que yo era gay. Tampoco podía hablarlo con mis amigos más cercanos, porque Anselmo no quería que lo hiciese”, señalaba.

Su compañero falleció en 1993 a causa de una hemorragia cerebral provocada por el virus.

“El cielo me lo dio/ El cielo me lo quitó/ Me sonreíste/ Como Jesús a un niño”, cantaría en 1996 Michael en “Jesus To A Child”, un homenaje a Anselmo. “Para mis fans y quienes realmente escuchaban la letra, tenía la impresión que intentaba comunicarles mi ‘coming-out’”, dirá más tarde.

El elemento desencadenante finalmente será su detención en 1998 en Los Ángeles: “un acto deliberado desatado por mi inconsciente”, explicaría a la BBC, lamentando no haber revelado antes su homosexualidad.

“No creo que hubiera hecho la misma carrera -quizás mi ego no habría estado satisfecho en todos los aspectos-, pero sin lugar a dudas hubiera sido un hombre máa feliz”, juzgaría posteriormente. El año de su salida del placard, el británico comenzó a comprometerse públicamente con la causa homosexual, ayudando a la realización de un documental en el que se hacían los retratos de seis jóvenes afectados por el VIH.

Lejos de los focos, el artista también financiaba al Terrence Higgins Trust, una organización británica de lucha contra el VIH.

SU LEGADO EN CANCIONES Icono del pop, George Michael dejó su huella en los años ochenta y noventa con numerosas canciones, convertidas en temas de culto e indisociables de una época donde los videoclips garantizaban el éxito en igual o mayor medida que las propias melodías.

REACCIONES DE SUS AMIGOS “¡Adios mi Amigo! Nos deja otro Gran Artista. ¿Puede 2016 dejarse ya de joder?”, escribió Madonna en Instagram, donde colgó un vídeo en el que aparece entregandole un premio.

Elton John publicó una foto suya con el cantante y comentó: “Estoy consternado. He perdido a un querido amigo, al alma más gentil y generosa, además de brillante artista”. “Oh Dios, no... Te amo George... Descansa en paz”, escribió por su parte el cantante pop Robbie Williams.

“No, no, George Michael también. Otro grande musical nos deja este año. 2016 puede irse al diablo”, escribió el futbolista británico Gary Lineker.

CON DÚO WHAM! Siendo adolescente, su familia se mudó a Radlett, en el condado de Hertfordshire, cerca de Londres, donde conoció a Andrew Ridgeley, con quien formó el dúo Wham!, una de las “boy band” más populares de los años 1980.

El dúo se convirtió en uno de los máximos exponentes del estilo de aquella década.

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