Carmita

De “Cochochi” (Premio FRESPI, Festival de Guijón, 2007) a “Dólares de Arena” (Premio a la Mejor Actriz, Festival de La Habana, 2014), el matrimonio de Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas ha aportado una serie de filmes de interés que ya se hace notar, tanto fuera como dentro del país.

En “Cochochi” arrancaron con bien pie. Este filme, realizado íntegramente en México, sale adelante no solo por su profesional realización, sino por contar con un guion preciso, interesante, original, que trasciende también por el grado de importancia que le otorga al ritmo cinematográfico.

Con “Jean Gentil” tocaron el sensible mundo de la migración haitiana hacia la República Dominicana (Mejor Película, Festival de Las Palmas, 2010) en un largometraje de ficción enriquecido con algunas técnicas documentales que también descuellan por el ritmo y su apreciable fotografía.

Con “Dólares de arena” adaptaron la novela del mismo título de Jean-Noël Pancrazi (publicada en Santo Domingo por la colección “Ediciones de a poco” que dirige David Puig) y lograron un filme de indudable repercusión, sobre todo por la presencia como protagonista de la siempre aplaudida Geraldine Chaplin.

Con independencia de los logros alcanzados en estas cintas, el documental “Carmita” (2013) no es una pieza menor, ni mucho menos un material despreciable en la carrera cinematográfica de ambos directores. Y muchos lo consideran como el trabajo más logrado de ambos.

Pocos guiones en la historia del cine dominicano pueden codearse con el escrito por Israel y Laura Amelia para esta pieza que tiene como otro punto luminoso la fuerza de la cámara para captar unos primeros planos de su protagonista, una mujer que mereció mejor suerte en la vida y hoy permanece entre las sombras del bajo perfil, abatida por la frustración.

“Carmita” es una película recomendable porque derrocha una cinematografía pocas veces vista; relata o expone un micromundo de ensueños y diatribas que fueron consumiendo a esta mujer como consecuencias de sus decisiones personales y las circunstancias que rodearon su vida.

Dicho en otras palabras, en este poema visual los detalles engrandecen el universo humanístico.

El espectador no tiene prerrogativas para las conjeturas; el poder sugeridor es capaz de estremecer y complementar el entramado del discurso visual.

Y lo que más se agradece a los realizadores es haber ignorado la tentación del melodrama.

“Carmita” vislumbra, pero no transgrede. Es un canto de amor a los perdedores que tienen derecho a sobrevivir a partir del sueño no logrado. Y de alguna forma, ser felices a partir de ese sueño.

Con esta película, además, la República Dominicana se inserta en una vanguardia internacional.

¿Es una película de autor, para minorías? Es posible. Pero no por ello deja de ser una efectiva obra de arte, una joya de la cual la mayoría de los que se autollaman “directores” dominicanos tienen que aprender.

Ficha técnica Países. República Dominicana, México y Argentina. Duración. 60 minutos. Año. 2013. Género. Documental. Dirección y guión. Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas. Reparto. Carmen Ignarra, José Luis Cárdenas. Carlos Rodríguez y Mario Vanzzini. Sinopsis. Una afanada actriz cubana emigra a México en los años cincuenta con la esperanza de triunfar en Hollywood. El desencanto del exilio y un desequilibrado matrimonio con un productor mexicano atentarán contra sus sueños.