El carbón el punto de quiebre de dos países

El documental sigue siendo este año el género por excelencia en lo que a cine se refiere. “Muerte por mil cortes”, que se estrenó esta semana, sigue la linea de calidad de otros que han llegado a la pantalla grande en este 2016.

Dirigido por Jake Kheel y Juan Mejía Botero, el audiovisual trata la relación dominico-haitiana a la luz del problema de la deforestación y la explotación ilegal de carbón. Esta definición queda corta cuando es visualizado el documental, en el que se aprecian las distintas aristas que tiene este mal, mostrando la complejidad del conflicto.

La chispa que enciende estas historias es la muerte de “Melaneo”, alias Eligio Eloy Vargas, un guarda forestal del Parque Nacional Sierra de Bahoruco, asesinado supuestamente por el productor de carbón haitiano, Juan Tipal.

Con una fotografía efectiva, que saca lo mejor de los paisajes de la zona fronteriza, así como también los distintas personas que participan en este trabajo, se van presentando las distintas formas en que es realizado el proceso de producción del carbón. Todo esto siendo justos, a la hora de no tomar partido, sino tratando de ser lo más objetivo posible en la tan delicada relación entre ambos países. Un detalle que muestra lo complejo del problema de las dos naciones, y que es un ejemplo más de que no existen, en este caso, buenos y malos, ya que la esposa del guarda forestal asesinado es haitiana, así como el supuesto matador. “Muerte por mil cortes” es justo, y tiene el valor de que no toma postura, no acusa, y deja que el espectador sea el juez, a la hora de mostrar los distintos tentáculos de un problema que afecta a los dos países que comparten esta isla. Este documental tiene un gran valor y ha de ser visto, porque sirve de conocimiento y comprensión de la relación tan compleja que mantienen República Dominicana y Haití.