Las películas del Oeste

Las vaqueras o western guardan una estrecha relación con mi afición por el cine. De niño, y gracias a mi padre, conocí a entrañables cowboys interpretados por estrellas de la talla de John Wayne y Gary Cooper. Eran los héroes de la pantalla de mi progenitor y se convirtieron en los míos, siendo Wayne, todavía hoy, uno de los actores que más me gusta ver. El primero que registra la historia del cine “Asalto y robo al tren”, de Edwin Porter, de 1903, y que ya contenía varios de los elementos que distinguen a las vaqueradas. El foragido, personaje que tiene su propio código y cuyo pasado se desconoce, pero que llegará al pueblo y defenderá, a cambio de nada, al desvalido y que luego desaparecerá como mismo había llegado es una constante. En este género, dos actores se llevaron la gloria, aunque en momentos distintos. El primero John Wayne, protagonista de clásicos como “La diligencia” o “The Searchers”, ambas de John Ford, o “Río Bravo”, de Howard Hawks, mientras que Clint Eastwood, fue el actor predilecto del Spaguetti Western que realizó Sergio Leone en su trílogía “Por un puñado de dólares”, “Por unos dólares más” y “El bueno, el malo y el feo”. Héroes de un tipo de oeste cinematográfico distinto, pero igual de entrañable.