Una escuela permanente

En el día de ayer veía la apertura oficial del año escolar 2016-2017 y recordé esos años que todos vivimos creyendo que ir a la primaria o secundaria es lo más difícil por lo que pasaríamos, sin saber que esa es la más simple práctica del aprendizaje por la que pasamos, porque la verdadera escuela es la vida misma y el día a día hasta el último de nuestras vidas.

Porque a eso venimos: a crecer, aprender, a equivocarnos, a acertar, a enmendar, a evolucionar, estos son los procesos que nos hacen madurar. La vida es una escuela y esa escuela no da vacaciones es permanente; podemos reprobar en una materia y nos permiten tomar el examen una y otra vez hasta pasarla, muchos repiten el curso y no entienden el examen, otros con la ayuda de amigos lo pasamos, pero los alumnos más aventajados son los que ante las pruebas las analizan, las estudian y las pasan.

Ahí estamos supuestos a llegar todos, unos primero y otros después.

Hasta la próxima semana.