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DESDE LA ÚLTIMA BUTACA

Un corto dominicano de 1917

Varias de las entonces llamadas “películas” se estrenaron en los cines dominicanos antes del estreno de “Leyenda de Nuestra señora de La Altagracia” (16 de febrero de 1923) considerada como la primera película dominicana hecha en el país, dirigida por Francisco Palau.

La referida cinta, en cuatro actos, y a la hechura de la época, partió de un guión del historiador Bernardo Pichado y según acota José Luis Sáez en su libro “Historia de un sueño importado,” (pág. 52) fue precedida por una extensa campaña publicitaria que incluyó trailers, avances y promoción periodística para provocar la espectativa del público capitaleño.

Antes del estreno de la obra de Palau, el 4 de noviembre de 1917 y en medio de la ocupación militar norteamericana (acota Sáez, p. 44) se estrenó en el Teatro Colón un cortometraje sobre el concurso de belleza que patrocinaba por esos días la referida empresa exhibidora de películas.

El 11 de octubre de 1917, una nota difundida en el periódico Listín Diario expresa que: “mañana serán fotografiadas con el aparato cinematográfico del Teatro Colón las señoritas que mayor número de votos han alcanzado en el concurso de bellos ojos que ha iniciado esta empresa. Cada señorita será filmada en dos posiciones: una parcial de los ojos y otra del busto...”

Sin embargo, el estreno del cortometraje se retrasó producto de inconvenientes de producción, propios de toda industria de cine en su etapa de nacimiento.

Las causas del retraso de dicho estreno se publicaron también en la primera página de Listín Diario en la edición del 13 de octubre de 1917, primero como excusa ante sus lectores, y después como forma de presionar a las empresas responsables de la demora. El tono de la nota, sin firma, así lo revela:

“La empresa Colón nos informa que aún no puede asegurar si serán proyectadas mañana las películas del grupo de señoritas filmadas el jueves en casa de la familia Ricart, en razón de que se han pedido a Macorís (San Pedro) varios productos químicos que aquí no se encuentran para los baños de revelación y aún no han llegado. Caso de ser posible se avisará con un volante azul.”

Al parecer, el trabajo de revelado no fue inmediato pues la fecha del estreno, 23 días después del anunciado inconveniente, lo dice todo.

La crónica anterior a la gala de estreno, que sucedería el siguiente día, fue publicada también en Listín Diario el 3 de noviembre de 1917. Y fue recogida por Sáez en su citado libro: “En la función de gala mañana en el teatro Colón, como prueba, se pasarán unos 50 o 60 pies de película de los que se filmaron en días pasados en casa del señor P.A. Ricart, de varias señoritas de esta capital. La cinta que se proyectará es parte de la que contiene solamente los ojos. No se ha podido revelar todo el metraje aún por falta de material...”

Hasta el presente se ha investigado en las ediciones posteriores de Listín Diario y no se han hallado otras referencias a este material cinematográfico donde la crónica social pretendió trascender en el cine un erotismo, hasta cierto punto ingenuo, a partir de los ojos de las concursantes. Eso hace suponer que dicha película quedó solamente en ese intento al no existir copias de su producción total. Tampoco se señañan los nombres de su director, productor y fotógrafo. No obstante, continúamos investigando.

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