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REPORTAJE

Pachy Carrasco: Desde el nido de una familia musical

SE CRIÓ EN LA CASA DE SU ABUELO ENTRE INSTRUMENTOS MUSICALES

Parientes. La cantante Ángela Carrasco y Pachy Carrasco.

Parientes. La cantante Ángela Carrasco y Pachy Carrasco.

La infancia de Pachy Carrasco transcurrió placentera en el nido de una familia musical. Blas Carrasco era su abuelo y siempre se le tuvo como sobrino preferido de la cantante Ángela Carrasco.

Pachy se crió en la casa de su abuelo entre instrumentos musicales, incluyendo la guitarra, esa misma que al principio no soportaba, pero que terminó amando y convirtiéndose en su distintivo sonoro en grupos como su más reciente: Bossa & Pop.

“Mi abuelo, Blas de Jesús Carrasco, fue profesor de muchos guitarristas famosos, populares, como Juan Luis Guerra o Manuel Tejada, y ese mismo nombre le puso a mi papá, mi papá me lo puso a mí y yo se lo puse a mi hijo”, contó en una de sus no frecuentes entrevistas.

El sobrenombre de Pachy le vino porque a su papá le dicen Blachy y de ahí se le fue transfiriendo a él como diminutivo.

Su familia llegó a la capital desde Dajabón a mediados del siglo XX y él curso sus primeros años de estudio en colegios de Gazcue (Montessori y Calasanz), sector en el que su casa “era una academia de música”, donde estuvo rodeado de todo tipo de instrumentos.

“Yo odiaba tocar guitarra, no quería por nada, la guitarra era mi último instrumento, estudié piano desde niño”, recordaría tres décadas después en un programa especial de televisión que le produjo Patricia Mota por Telefuturo.

Con el tiempo la batería se convirtió en su principal instrumento: “Yo rockié muchísimo, toqué mucho heavy metal y mucho rock en los 80” hasta que llegaron los 90 y dejó de tocarla por un problema en una pierna.

Oh destino, ese impedimento físico lo acercó a “la insoportable” guitarra. “Seguí con el piano tranquilo, pero después tomé la guitarra y de ahí le cogí un cariño especial hasta el sol de hoy”.

Entrada la adolescencia, se enganchó en la fiebre de la batería, en aquella época dorada del rock en Santo Domingo.

Su primer concierto lo tocó en un grupo de rock a los 14 o 15 años, en el cine Naco, que estaba en Plaza Naco, centro comercial que en los años 80 estaba de moda.

La universidad también le entusiasmaba, sobre todo la carrera de ingeniería electrónica, pero su papá lo incentivó para seguir tradición familiar, la música, su leitmotiv.

En ese camino de claves (sol, fa, do…) formó parte inseparable de la Familia André, del fenecido Fernando Echavarría; del proyecto musical de Wason Brazoban (ambos lograron un “junte perfecto”) y hasta productor discográfico de Emilio Estefan.

“El mismo día que llegué a hablar con Emilio Estefan me contrató y recuerdo que me envió a la oficina a firmar el contrato de cinco años como productor; la muchacha que me atendió me dijo: - firma aquí y toma esos 20 mil dólares para que empieces”, rememoraba hace un año.

En esas cuentas se encuentran arreglos para Jon Secada, Alejandro Fernández, Los Ilegales y Diego Ferrani, entre otros.

Los merengueros de grandes ligas tienen su guitarra en sus mejores discos, sobre todo Ramón Orlando, Los Hermanos Rosario, Sergio Vargas, Kinito Méndez, Pochy Familia y otros tantos.

Antes de la firma con Estefan, estaba concentrado en una producción para el grupo colombiano Son Pana. Aunque no era su intención, terminó siendo su cantante principal.

“Yo hice un bandón grandísimo… la primera vez que tocamos fue para 40 mil personas, era un proyecto muy bueno, pero nunca estuve en eso de cantar, no me veía en el frente cantando... yo mismo le fui cortando las alas al grupo Son Pana”, contó.

Pachy estaba desencantado de Colombia en ese entonces, entre 1999 y 2000, por la violencia: “Me acuerdo que fui a un hotel de Bogotá´ y poco después le volaron una esquina con una bomba y ahí mismo dije que no volvía más”.

Su andar musical lo llevó a producir no solo para comerciales, canales de televisión y artistas, sino que el auge del cine también registra su nombre.

Con José Enrique Pintor se estrenó en la película “La cárcel de La Victoria” y siguió con “Sanky Panky I”, “Santicló” y “Sanky Panky II”.

Además de músico, Pachy es conocido entre sus allegados por su radiante sonrisa, siempre a flor de labios. Y con esa misma actitud asumió su compromiso de padre de sus tres herederos.

La comunicadora Liz Soto, su compañera sentimental, lo define como un padre amoroso: “Él es muy papá en todo el sentido de la palabra, y no porque sea el papá de mis hijos o sea mi esposo... es difícil ver el papá que siempre está ahí, que lleva los niños al médico, que se sabe todo, las tareas, con todas las dedicaciones que tenemos nosotras las mujeres con nuestros hijos en un hombre, eso lo tiene Pachy. Veo en él las cosas que a mí me hubiesen podido faltar de parte de mi padre. Veo en él a aquellas personas que yo quisiera que todos los niños o todos los hijos de mis amistades tuvieran como padre”.

Los estudios de grabación y los escenarios fueron su hábitat natural. Casa de Teatro fue su tradicional albergue musical. Quizás allí se escondan sus mejores fantasmas sonoros.

En su trayectoria se inscribe la memorable participación en el famoso Jazz Rally Dusseldorf 2013, donde por primera vez se invitó a un grupo de República Dominicana, tras ser elegido entre 10 candidatos. Fue el único en agotar dos funciones en el festival más importante de Alemania, donde durante cuatro días se dan cita más de 500 músicos de todo el mundo, sobre todo de New Orleans, se publicó entonces.

En 2014 logró su mayor puesta en escena, en Bellas Artes, Bossa y Pop, concierto en el que reunió un repertorio de covers de artistas conocidos, pero con un sello particular de calidad.

Su grupo Bossa & Pop, copia de una antigua creación suya (Lógica Nova) se distinguió en estos últimos años por su base de bossa nova unida al pop y otras fusiones para crear un sonido único en Santo Domingo.

“Utilizo el bossa nova como base rítmica, pero mezclándolo con el pop, con la música que está en el top 40 como Lady Gaga, Bruno Mars o Katy Perry, la música que le gusta a nuestros hijos”, explicó hace poco.

Uno de sus últimos anhelos quedó grabado en una entrevista: “Yo quisiera hacer aparte de esto un poco de rock que es lo que siempre a mí me ha gustado hacer, pero con otro nivel”.

Y estaba en su norte impulsar las carreras de varios jóvenes, a quienes les estaba produciendo para ayudarle en la realización de sus sueños.

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