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MÚSICA

Orquesta de pequeños talentos

Los niños son instruidos en base a tres instrumentos: el violín, la viola y el violonchelo.

Los niños son instruidos en base a tres instrumentos: el violín, la viola y el violonchelo.

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Elizabeth Martínez RomeroSanto Domingo

La música es un arte que sirve de gran ayuda al desarrollo de la cultura de un país. En República Dominicana existen varias escuelas, compañías y fundaciones dedicadas al crecimiento de la educación musical. Una de las instituciones que labora a favor de la música, es la Fundación Refidomsa, que desde hace un año formó una orquesta de cámara para algunos estudiantes sobresalientes de Haina.

Niños entre 7 y 11 años son capacitados y conducidos hacia el apego a la música clásica, un género casi ausente en el ambiente donde habitan. Los menores son instruidos en base a tres instrumentos: el violín, la viola y el violonchelo.

Estos fueron seleccionados de distintas escuelas de la comunidad y conforman un total de 36 alumnos.

Esta iniciativa está dirigida por el maestro Dante Cucurrullo, creador de la Orquesta Sinfónica Nacional Juan Pablo Duarte y cuenta con cuatro maestros, procedentes de diferentes zonas del país.

Según cuenta Manuel Germán, coordinador general de la orquesta, este proyecto ha afectado de manera positiva a familias de lugares vulnerables que no tienen recursos para pagar a sus hijos clases de este tipo.

Además los niños han mostrado un cambio significativo en su estilo de vida y su conducta, pues estaban acostumbrados a escuchar otros géneros musicales, muchas veces con contenidos violentos.

Métodos y técnicas de enseñanza Los estudiantes de la Orquesta de Cámara de Haina, reciben docencia los sábados en el Liceo Manuel Félix Peña de 10:00 a.m. a 03:00 p.m. Las clases están divididas de acuerdo a los instrumentos; con ocho niños en las violas, ocho en el violonchelo y 20 practican el violín.

De acuerdo a Germán, las clases son impartidas en base al método Suzuki, cuya filosofía es “que todos los niños pueden aprender a tocar un instrumento a través de un proceso que incluye a sus padres, la escucha y la repetición constante”.

Los estudiantes reciben clases teóricas en la mañana y prácticas por las tardes. Además reciben docencia de forma individual y colectiva. Cada uno de los pequeños tiene su propio instrumento, los cuales son facilitados por la fundación.

Esto, para que ellos puedan practicar y realizar las asignaciones desde sus hogares.

El profesor Germán destaca que a través de estas técnicas los alumnos han mostrado un rápido aprendizaje, pues en solo 12 meses ya saben leer música y manejar las notas básicas de los instrumentos que tocan.

A favor del arte y la comunidad Este proyecto, más que aportar al arte de esta comunidad perteneciente a la provincia de San Cristóbal, sirve para incentivar las ganas de progreso de esta localidad. Según explican varios padres de los alumnos, consultados por LISTÍN DIARIO, esta música ha influido de gran manera en la vida de sus hijos.

Señalan que por medio de esta han notado un mejor rendimiento en sus estudios primarios y en su forma de comportarse. E inclusive sus hijos les han manifestado que desean dedicar su vida a la música clásica.

Belkis Valdez comenta que desde que inició el proyecto su hija mostró mucho interés por pertenecer a la orquesta.

Y gracias a sus altas calificaciones en la escuela pudo ser parte.

Actividades Extracurriculares Los alumnos de la Orquesta de Cámara de la Fundación Refidomsa además de ir todos los sábados a recibir docencia, realizan actividades extracurriculares.

De acuerdo con Maritza Monteagudo, coordinadora administrativa del proyecto, estos eventos consisten en realizar conciertos y visitar varias instituciones. Una de estas fue el paseo al Conservatorio Nacional de Música de Santo Domingo, donde los niños compartieron experiencias y conocimientos con estudiantes de allí. También han sido invitados a eventos corporativos de Refidomsa.

Monteagudo resalta que una de las actividades más significativas para los alumnos fue una presentación en el parque central de Haina. En esta, pudieron mostrar a las personas de la comunidad que la niñez de esta zona tiene esperanza.

Niños entre 7 y 11 años son capacitados y conducidos hacia el apego a la música clásica, un género casi ausente en el ambiente donde habitan.

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