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ELABORACIÓN DE CONOCIMIENTOS

La formación técnica: sostén social

Una persona que estudia a nivel técnico obtiene beneficios en lo emocional y en lo académico.

Hablar de formación es sinónimo de estructurar un sistema que conlleva tiempo, dedicación, sacrificio y empeño. En el proceso de elaboración del conocimiento técnico-profesional no es la excepción, pues se debe trabajar con esmero y hacer una inversión.

Por eso, las instituciones que imparten docencia a nivel técnico tienen la tarea de atender a la demanda de la fuerza de trabajo que requieren las empresas y el impacto que pueden generar en la economía.

Al hablar en cifras, se estima que en el INFOTEP y en la Escuela Yaque, entidades que forman en el área técnica, hay participantes de todas las comunidades de la región norte.

Desde el año 1982 hasta el año 2015, la Gerencia Regional Norte del INFOTEP ha egresado a 2 millones 95 mil 112 personas.

En el 2016, ha inscrito a 200 mil 869 personas, incluyendo el alumnado de este año, el total de egresados es de 2 millones 295 mil 981 participantes.

En cuanto a la Escuela Yaque, en sus 54 años de labor, más de 60 mil participantes han egresado.

Es decir, que se estima un promedio de mil 400, a mil 600 estudiantes por año, explica Lourdes Pantaleón, asesora de planificación y proyectos de la escuela.

RELEVANCIA E IMPLICACIÓN “La importancia de impartir docencia a nivel técnico es que forma para el trabajo y su gran aporte al desarrollo socio económico de la sociedad, porque habilita, capacita y desarrolla competencias técnicas y actitudinales para la inserción laboral de forma ágil, enfatizando criterios de desempeño, conocimiento y producto, bajo el enfoque de competencias laborales, con programas que responden a las necesidades de los sectores productivos”, asegura Arisleida Tineo, gerente regional Norte del INFOTEP.

María Ysabel Peña, directora académica de la Escuela Yaque, entiende que la educación técnica representa un gran beneficio para las personas que no alcanzan un grado académico, ni tienen acceso.

“En la escuela tenemos apertura para todo el mundo, donde la educación es un espacio para esas personas que desean abonar sus conocimientos en un área del saber y desarrollarse a nivel económico y social.

El impacto de la escuela no solo es en el aula, sino que hay un departamento que integra al estudiantado para que se conecten con la educación pública para completar su ciclo”, asegura Peña.

Resultados que trascienden El impacto de la formación técnica trasciende directamente en la economía global, en vista de que las empresas cada vez más, demandan de técnicos que cuenten con conocimientos específicos, con capacidades para solucionar problemas puntuales, de manera práctica y en el menor tiempo posible, enfatiza Arisleida Tineo.

Según la directora de la Escuela Yaque, María Ysabel Peña, en la economía familiar es donde más se percibe el avance económico porque los egresados de las diferentes áreas pueden vivir del oficio.

Para Tineo la formación técnica reconoce competencias profesionales, que permiten ajustar el tiempo de estudio y de trabajo al participante, abrir puertas hacia un proceso contínuo de crecimiento y actualización del capital humano, y por consiguiente a las organizaciones empresariales.

Las carreras técnicas ofrecen mayor posibilidad a miles de bachilleres que no cuentan con los suficientes ingresos para acceder al ámbito universitario. Un técnico es formado en un promedio de 2 años, lo cual disminuye de forma considerable el tiempo en que está disponible para recuperar su inversión.

Dado los niveles de exigencias para la entrada al sistema técnico profesional, la incorporación de la juventud magnifica el resultado de la inversión en educación, pues antes de concluir el bachillerato la población que opta por la formación técnica, puede incorporarse al mercado, ser productivo, y por lo general, adquiere nuevas motivaciones para continuar estudiando paralelamente con su trabajo.

Tineo asegura que, al participar los estudiantes tienen la oportunidad de encontrarse consigo mismos, descubren su dignidad como hijos de Dios, sus capacidades y las oportunidades para salir del mundo de limitaciones que le rodean. Asimismo, valoran y respetan los diversos recursos del ambiente. Aprenden a convivir, lo que repercute en mejores ciudadanos y ciudadanas, capaces de asumir sus diversos roles con responsabilidad, con ética y compromiso; y así aportar a una sociedad triplemente sostenible: en lo económico, lo social y lo ambiental.

Finalidad Patricia Portela, presidenta del Consejo Directivo de la Escuela Yaque, informa que desde los inicios la idea era trabajar en la sociedad con la inclusión femenina. La institución se enfocó en ver cómo se podía educar a la mujer para elevar su autoestima y empoderamiento. Desde ahí, la escuela se preocupa por un oficio digno.

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