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LABOR SOCIAL

Una institución dadora de amor y solidaridad

UNA DELEGACIÓN DE SERES HUMANOS QUE PUEDAN SERVIR A LA SOCIEDAD

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Altagracia KubinyiHermanas Mirabal, Salcedo

Salcedo es un lugar encantador, bañado de historia en cada rincón y gestor de una solidaridad tan dominicana como su bandera. En esta tierra de héroes y heroínas nació el 15 de agosto del año 1984, el Centro de Formación Integral Virgen de Lourdes, una institución que tiene como prioridad brindar educación, protección y alegría a los diferentes niños y niñas que allí albergan.

Al llegar a Conuco, sector donde se encuentra la institución, se siente la frescura de una temperatura que encanta y el amor de los 16 infantes que hay en la actualidad. El origen del centro se debe a la preocupación de Francisca González, Josefina Pantaleón y la novicia Eva Pantaleón que, al ver las grandes necesidades e injusticias que había con algunos infantes, decidieron hacer realidad su sueño de ayudar. Eva Pantaleón, quien aún vive, continúa el legado.

Acogida Para llegar al centro, la principal condición es querer estudiar y tener el deseo de ser un joven ejemplar y productivo para la sociedad, las limitaciones económicas no representan un obstáculo porque la institución benéfica respalda a cada infante soñador de la zona.

Miguel Hernández trabaja desde el año 1986 en el Hogar Virgen de Lourdes. Cuenta que su primer acercamiento fue cuando se vio en la necesidad de pedir ayuda a los representantes del centro para tener un espacio donde vivir. Desde ese año, cuando lo acogieron, es el ayudante por excelencia. “Todos los niños y niñas me dicen papá Miguel. Con eso me doy cuenta  de que nunca es tarde para uno aprender a dar y recibir afecto”, precisa Hernández.

Verónica Gutiérrez, psicóloga y actual coordinadora del Centro de Formación Integral Hogar Virgen de Lourdes, explica que hay un equipo que se encarga de reclutar a los infantes que requieren del cuidado de los integrantes de la institución. Al llegar, los niños y niñas tienen todo lo que se  brinda en el hogar; alimentación, cuidado, amor, formación y protección.

“Cuando uno se integra a este tipo de labor la vida le cambia al cien por ciento. Más que una faena es una oportunidad para seguir adelante y sentir el aprecio de personas que tienen tanto amor para brindar”, dice Tavárez.  La coordinadora Gutiérrez indica que rescatar y formar a los infantes abusados representa el principal fuerte.    

Impacto social Gutiérrez explica que el mayor aporte que se puede dar es formar y proteger a los infantes, adolescentes y jóvenes.

Este proyecto nació con once integrantes que hoy día son profesionales exitosos; algunos ingenieros, otros agrónomos y psicólogos. 

UN RESULTADO Julissa Mercedes De Luna Almánzar tiene 10 años en el centro y 22 de edad, se siente muy feliz de estar en la casa benéfica. Su condición de aprendizaje tardío no es obstáculo para apreciar la labor que realiza el hogar en este municipio.  

“Para mí esta institución es mi todo; mi familia y mi hogar por excelencia. Recuerdo que cuando llegué me recibieron con los brazos abiertos, como cuando llega una hija a su casa”, refiere la joven.

La dama define la entidad como su hogar; un espacio que no solo está compuesto de cuatro paredes sino de un grupo de seres humanos dispuestos a dar amor.  “Me siento feliz. Tengo grandes resultados; estoy estudiando en cuarto de bachiller y pronto iré a la universidad”, manifiesta De Luna con  esmero.

Desde la comunidad Juana Severino es de Salcedo y expresa que con esta entidad muchos infantes que están desprotegidos reciben mayor cuidado. “Como oriunda de Salcedo me siento identificada por el impacto generado en la población joven”, precisa.

“Es muy admirable ver cómo diferentes personas se unen para colaborar y poner un granito de arena para mejorar la condición de vida otras personas”, afirma Severino con emoción.

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