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Padres todos los días

José Adriano Rodríguez, Vanessa Liz y los “twins“.

José Adriano Rodríguez, Vanessa Liz y los “twins“.

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Marlenis Collado y Altagracia KubinyiSantiago

Cada profesión, por simple que se vea, requiere de tiempo y esfuerzo; esto implica que habrá muchos profesionales que dedican más espacio a su vida laboral que a la familia.

Se acerca la fecha en la que se celebra la dicha de ser padre, y es importante conocer un poco de esos hombres que a pesar del cansancio disfrutan su rol de papá y lo desempeñan con amor y esmero.

El papá superhéroe César Augusto Estévez González es mercadólogo de profesión y padre de pasión. Dice que su rutina diaria no le impide ser un fiel cumplidor de las acciones de papá.

Desde que amanece se encarga de llevar a su hijo César Augusto Estévez Pérez a clases del colegio, labor que va acompañada de un seguimiento en sus tareas académicas.

Dentro de los encuentros recreativos, montar bicicleta, jugar pimpón y darse un chapuzón en la piscina son los momentos fa- voritos de César y su padre. El mercadólogo entiende que al integrarse a las actividades de su chiquito puede estrechar su vínculo paternal.

Tanto el padre como el hijo disfrutan jugar y reír juntos. Estévez asegura que al pasar el tiempo los hijos crecen y las cosas no son iguales, así que aprovecha al máximo cada espacio.

Para este padre la combinación del trabajo y los compromisos es difícil, pero asegura que si hay voluntad se logra. Cuando el mercadólogo necesita tiempo de calidad con su hijo busca la brecha que sea necesaria, principalmente en los fines de semana.

El niño, César Augusto Estévez Pérez, tiene 10 años y está en quinto grado.

Para él, su papá es muy bueno porque todo el tiempo está cuidándolo.

“Se preocupa por mí siempre. A la hora de ir al médico me acompaña”, afirma con tono muy convincente. Le fascina su compañía, jugar y dar paseos juntos. En una palabra, el hijo define a su padre como un héroe al mil por ciento.

(+) AMOR CON LOCURA POR LOS “TWINS” Ser periodista es un oficio de tiempo completo. José Adriano Rodríguez ejerce en su día a día la labor de informar, además de ser el padre de sus “twins”, como él les llama.

Procura usar el poco tiempo libre que pueda tener ir a ver a su hijo Adriano De Jesús Rodríguez Liz y a su hija Sharaly Rodríguez Liz, quienes tienen 1 año y dos meses de edad. Los fines de semanas es cuando puede saciar su necesidad de cumplir con locura su pasión de estar con ellos.

En su tiempo libre, el periodista se queda en casa, va a la residencia de su suegro, de su madre o simplemente opta por visitar un club para disfrutar en familia, todo depende de cómo esté el día.

Explica que resulta difícil tener un balance entre la familia y el trabajo pero que se debe sacar el tiempo para ello. Lo más complicado para Rodríguez es encontrar a sus gemelos despiertos.

“Es complejo equilibrar ambos roles, pero la recompensa que recibo es el amor incondicional de Sharaly y Adriano. Compartir con ellos es lo que nos impulsa a seguir”, asegura.

Amor filial El afecto es primordial en cada familia y debe de ser reforzado a diario.

EJEMPLO El mayor reto de los padres es hacer que sus hijos e hijas vean en ellos a un ser humano digno imitar, por sus acciones, valores y forma de enfrentar la vida.

PROTECCIÓN Los padres empoderados no solo se recrean y se divierten con los hijos e hijas, sino que se involucran en las actividades de vigilancia educativa, cuidado personal, seguimiento a la salud y exhortaciones para que puedan desarrollar.

Legado para la vida Eddy Herrera es merenguero y un artista enérgico, su público lo conoce por la magia que irradia al momento de estar en escenario. Con cariño y forma amigable hace que la fanaticada conecte su fidelidad y apoyo en cada propuesta musical.

Tener una vida pública muy activa podría significar una barrera al momento de ser padre. No obstante, para Herrera ser papá ha sido la mayor bendición, y a pesar de estar en constantes presentaciones trata de dedicar el tiempo necesario a sus tres hijas y esposa.

“Fuera de escenario soy un papá común y corriente, pero quizás el papá más cariñoso del mundo. Antes de salir les pregunto a las chicas, incluyendo a mi esposa, dónde y qué quieren almorzar. Además, una vez a la semana las llevo a cenar donde ellas desean porque la familia también es prioridad”, dice el merenguero.

Precisa que busca por todos los medios ser el padre latino ejemplar; el que está pendiente de las necesidades básicas del hogar, el que entiende que la educación de los hijos e hijas es primordial, el que prefiere estar en casa que fuera de ella. “Mis hijas y esposa van de robo conmigo. Pago por no salir”, revela Herrera.

El merenguero dominicano manifiesta que toma vacaciones dos veces al año con el propósito de dedicar momentos específicos a la familia y se involucra asiduamente con las actividades académicas y laborales de sus tres hijas: Gabriela Herrera, Laura Herrera y Natalia Herrera. Asimismo, le da seguimiento a su primera hija Albanelly Herrera, quien tiene 29 años y reside fuera del país.

Padre que busca resultados Luis José Castillo Cruz tiene 68 años de edad, es médico internista y endocrinólogo. Cuenta que de todos sus oficios el que más le ha marcado y enriquecido es el de ser padre. Confiesa que por su familia soportó los días de cansancio y el estrés de la vida, pero siempre con el pendiente de que sus hijos e hijas: Claudia Castillo, Luis José Castillo, Carlos Armando Castillo y Cristina Castillo, vieran en él y su esposa su mayor ejemplo a imitar.

Afirma que durante la formación de sus hijos e hijas fue recto, pero esto lo hizo con el propósito de obtener los beneficios familiares que actualmente disfruta; tres hijos médicos y uno visitador a médico.

Judith Viñas, define a su esposo Luis José Castillo como un hombre muy trabajador, honesto y ejemplar. Considera que el seguimiento y la protección que su compañero de hogar ha brindado incidieron en el resultado familiar que hoy tienen.

Su primer hijo Luis José Viñas, especialista en imágenes y diagnósticos, sostiene que su padre es un hombre ejemplar, honesto y muy humano. “Aunque nos educó con mucha rectitud, siempre estuvo muy pendiente de nosotros. El momento más bonito que recuerdo es cuando jugábamos tenis de campo.

SU MAYOR OBRA ARQUITECTÓNICA ES LA FAMILIA Polibio Collado Guzmán, nativo de Moca, es ingeniero de profesión y padre de corazón. Tiene tres hijos: Oscar Alejandro Collado de 16, Olivio Collado de 15 y Jeremy Collado de 13 años. Se siente orgulloso de tener una descendencia de varones y su mayor anhelo es que todos puedan desarrollar su capacidad de análisis porque es de los que piensan que “de ahí en adelante pueden caminar solos”.

El maestro en Ingeniería Ambiental, Polibio Collado, viaja diariamente para llegar Corporación Zona Franca Santiago, lugar donde labora desde hace 18 años. Horas antes del día de los padres expone que lo más importante es que sus hijos tengan espíritu de investigación y preserven el principio de la duda para conocer los procesos sociales. Su mayor reto, declara, es que no crezcan como autómatas, pegados a los juegos y el internet.

César Estévez González junto a su hijo.

Herrera. "La vida cada vez es más rápida, por eso es necesario identificar la calidad de tiempo que se le dedica a los hijos e hijas.

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