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Estudio

El verdadero significado de la Navidad

Reflexión. Cuando reconocemos que Cristo es nuestro Salvador; en ese momento el Espíritu Santo viene a nuestra vida y planta la semilla de Cristo en nuestro espíritu. Cristo nace en nuestro corazón y nos da una nueva vida en él. Jamás seremos la misma persona. Este es el milagro más grande que podemos experimentar.

Reflexión. Cuando reconocemos que Cristo es nuestro Salvador; en ese momento el Espíritu Santo viene a nuestra vida y planta la semilla de Cristo en nuestro espíritu. Cristo nace en nuestro corazón y nos da una nueva vida en él. Jamás seremos la misma persona. Este es el milagro más grande que podemos experimentar.

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Elvis SahadEspecial para El Norte

El 25 de diciembre se llamaba Dies Natalis Solis Invicti: Día del nacimiento del dios Sol. Los antiguos romanos celebraban desde el 17 de diciembre hasta el 24 de diciembre las fiestas de las saturnalias, en honor al dios Saturno. Era una fiesta de orgías sexuales, borracheras, lascivias, lujurias. Estaba prohibido trabajar en esa fecha. Solo los panaderos y cocineros podían trabajar esos días. ¿Qué ocurre en diciembre? Ocurre lo que llamamos el Solsticio de invierno. El solsticio es la época del año donde los días son más cortos y las noches son más largas. Nos referimos al hemisferio norte (del Ecuador hacia arriba).

En esta época del año los rayos solares no son tan intensos. En una ciudad templada como Roma, era una época de frío; época de invierno. Ellos entendían, en su concepto pagano -como ellos llamaban al Sol Invictu- que el Sol estaba en un proceso de deterioro. Y entendían que el 25 de diciembre, de todos los años, era el día del nacimiento del dios Invictu; el dios de las huestes romanas.

El primero de enero celebraban las calendas, que era una prolongación de las saturnalias. Este día se repartían regalos, a esos regalos se le llamaba “estrenas”, de donde viene el vocablo “estrenar nacimiento del Sol”.

En esta época del año establecían arboles verdes para pedirle al dios sol que irradiara de nuevo sus rayos solares. De ahí se origina que usemos los árboles de Navidad para este tiempo. Cuando Constantino se cristianizó (muchos historiadores, erróneamente, lo llamaban el primer emperador romano cristiano) como consecuencia de una experiencia espiritual que tuvo antes de su guerra contra el emperador Majencio; donde él dice que Dios le dio una victoria, y estableció un monograma en el escudo de su ejército con una “P” y una “X” con las cuales empieza el nombre de Cristo en griego.

Su fe tenía algunas lagunas no compatibles con la verdadera doctrina cristiana; pues cuando muere, es nombrado como dios por sus propios hijos. Él tenía a Jesús como su Dios principal, pero reconocía que existían otros dioses.

Estos grandes líderes cristianos que eran perseguidos y vivían en la clandestinidad, de buenas a primera, son los aliados del emperador. Constantino cristianizó la fiesta pagana de la Navidad del sol Invictu y le llamaron el día del nacimiento de Jesucristo. Tomó como referencia la palabra que dice en Malaquías que Jesús es el sol de justicia, y dijeron: “si ustedes celebran el nacimiento del Sol y Jesús es el sol de justicia; entonces el 25 de diciembre es la fecha en que Cristo nació”.

Jesucristo siempre ha existido. No tiene principio ni fin de días; él siempre ha existido. Por lo tanto, él no nace un 25 de diciembre. Los cristianos celebramos la Navidad todos los días, dando a entender que Cristo ha nacido en nuestros corazones.

Isaías 9:6 9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre admirable, consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

“Porque un niño nos es nacido, un niño nos es dado” ÖNo dice “le ha nacido”, dice: “nos es nacido”. ¿Por qué los discípulos no tuvieron el cuidado de escribir exactamente el día que Jesús nació? Porque para ellos Jesús existió desde la eternidad hasta la eternidad. Él dijo: “antes que Abraham fuese, yo soy”.

LUCAS 1:26-31 1:26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 1:27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.

1:28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.

1:29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta.

1:30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.

1:31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.

Lucas 1:46-47 1:46 Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; 1:47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

María reconoció a Jesús como su Salvador.

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