Cien mentiras

Mientras Joaquín Sabina se llena la boca en decir: Tenemos urgencias, amores que matan/Tenemos silencio, tabaco, razones/ Tenemos Venecia, tenemos Manhattan/Tenemos cenizas de revoluciones/Tenemos un techo con libros y besos/ Tenemos el morbo, los celos, la sangre/Tenemos la niebla metida en los huesos/ Tenemos el lujo de no tener hambre….en Dominicana la lista delos teneres es larga.

En la justicia tenemos la papeleta matando el menudo que emite las resoluciones judiciales. En el mismo lugar tenemos guerra a sangre, reputación y toga entre actuales y pasados presidentes de las altas cortes.

Desde el púlpito más cotizado de la iglesia tenemos un Cardenal condenando a las mujeres a la “cocina y a la casa”, disminuyéndola como humana y fomentando el odio mediante el boche dedicado al embajador de los EEUU. En la calle tenemos un parque vehicular excedido en carrocería y neumáticos, soplando contaminación, maledicencia, imprudencia y tragedia en el saldo lúgubre de accidentes de tránsito que cava miles de tumbas al año.

Tenemos el asomo del miedo y la violencia policial para agredir a quienes con derecho reclaman que se conozcan y juzguen los grillos involucrados en el escándalo de la OISOE. En Santiago, el “match” entre Leonel y Danilo se evidencia en la lucha feroz por la Alcaldía que libran Abel Martínez y Monchy Rodríguez. Los oídos de la ciudad no toleran una bocina y un estribillo más, como tampoco soportamos más vallas (con la sonrisita de uno y el tintecito del otro) en el espacio público.

En el Congreso -fruto de presiones eclesiásticas y doble moral- tenemos un Tribunal Constitucional que anuló el Código Penal, el cual despenalizaba el aborto en casos específicos en que la vida de la mujer estuviese en riesgo. Nuestros teneres judiciales siguen mirando a la mujer como un útero, como blanco de seducción, como ombligo del marketing, como las favoritas para el incesto y no, como debe ser, como sujeto de derechos sexuales y reproductivos.

Francamente ofenden y avergu¨enzan estos terribles teneres de factura ¨macondominicana ¨.