El mundo de ‘Silvino Land’

Silvino Julio Rivas es un diseñador gráfico santiagués como cualquier otro, solo que tiene alma y espíritu de emprendedor, y por demás, corren en su sangre aptitudes de negociante. En un momento determinado, esas cualidades le impulsaron a reflexionar sobre su vida. En efecto, optó por invertir las horas que dedicaba a un trabajo remunerado en cristalizar una idea que hoy es una realidad.

Silvino Julio, quien a simple vista parece tímido, a veces reservado, se refugia en su propio mundo, SilvinoLand, una especie de tienda taller que hace honor a su creatividad. En principio, poca gente creyó en el mundo de este joven emprendedor. Pese a esto, él tenía claro que la conjugación de productos artesanales, orgánicos y obras plásticas sería un negocio rentable, sobre todo, según Silvino, en una ciudad donde habitan personas que buscan piezas y artículos fuera de lo común.

Es una tienda taller, un espacio reducido, pero con aires de un emprendedor y artista sellados en sus paredes. En este lugar, Silvino confecciona muchos de los artículos que oferta al público. Por ello, además de ser el sitio donde exhibe sus productos, lo considera un taller donde confluyen sus ideas.

La tienda tiene dos años operando. Cabe resaltar, desde antes de establecerla en un local fijo, ya el mundo de Silvino existía, pues vendía sus creaciones a conocidos. “Desde que estaba en el colegio, me encantaba negociar. Además, me gustaba ser independiente en el aspecto financiero”, agregó el joven, quien hoy se sustenta de las ganancias que genera su emprendimiento.

En la tienda hay una selección de artículos artesanales: lentes de sol, relojes y corbatines hechos en madera; productos orgánicos para el cuidado personal: jabón, protector solar, bálsamo labial y loción sólida; también, prendas de vestir personalizadas. De igual forma, ofrece servicios de diseño gráfico.

El negocio se ha dado a conocer a través de las redes sociales. Sin embargo, Rivas sostuvo que, por lo general, quienes compran sus productos, luego dan buenas referencias. En consecuencia, esto ha hecho que más personas se interesen por lo que él ama hacer.

Visión realista Silvino Julio, a quien sus amigos reconocen como creativo, entiende que emprender en Santiago no es fácil. Pero, consciente de esta realidad, decidió apostar por su idea y dejar a un lado las largas horas de trabajo que no satisfacían sus necesidades económicas.

“Emprender es tomar riesgos por hacer lo que uno ama, pero sin que eso deje de ser rentable”, manifestó Rivas. Sus declaraciones dejan entrever a un soñador con una visión realista. “Uno no se mantiene por amor al arte”, concluyó.

Silvino dijo que muchos pensaron que su mundo no iba a despegar, no obstante, su determinación, y el hecho de ser una persona realista, le ayudó a ver que era o no rentable al momento de invertir.

“Siempre me ha gustado crear. Es una forma de que la gente use las cosas que yo disfruto haciendo de manera artesanal; me gusta que todo lo que yo hago vaya acorde con el medio ambiente”, expresó este artesano creativo.