Otra lesión para el mejor lanzador del béisbol

Lamentablemente, una estadía en la lista de lesionados de Clayton Kershaw se ha convertido en un evento frecuente en las últimas estaciones.

En 2016, una hernia discal interrumpió lo que parecía una temporada histórica y posiblemente el cuarto premio Cy Young del zurdo. Este año, había ganado ocho salidas consecutivas y estaba nuevamente en competencia con Max Scherzer por el galardón. Es la tercera vez desde 2014 que algún tipo de lesión en la espalda saca el estelar zurdo de circulación por un tiempo prolongado.

Es una pérdida para los Dodgers pero sobre todo una baja sensible para los reales fanáticos, que desean ver a las estrellas del béisbol compitiendo en plenitud de condiciones y sin interrupciones. Es una pena que uno de los mejores de todos los tiempos pierda unas 20 salidas en un período de alrededor de un año, costándole al menos un Cy Young, quizás dos.

En cuanto al efecto negativo real que esta lesión puede tener en su equipo, vale recordar que el año pasado Kershaw estuvo ausente desde el 27 de junio hasta el 8 de septiembre. En ese período, los Dodgers tuvieron marca de 38-24 y convirtieron un déficit de ocho juegos en la División Oeste de la Liga Nacional en una ventaja de cinco para el 9 de septiembre, cuando el estelar regresó a la rotación.

En este momento, los Dodgers tienen ventaja de cifras dobles sobre su más cercano perseguidor y llevan ritmo de ganar unos 112 partidos, presentando un diferencial de carreras de +181, el mejor en las Grandes Ligas.

Kershaw ha recibido un respaldo ofensivo de 5.41 carreras por partido, uno de los más abundantes para abridor alguno este año. Si combinamos esa producción de los bates con su PCL de 2.04, cifra líder del béisbol al momento de lastimarse, se entiende que los Dodgers hayan ganado 19 de sus 21 aperturas.

Un detalle más a considerar: Encabezado por Kenley Jansen, el bullpen del equipo californiano ha sido el de mayor rendimiento en las Grandes Ligas, con marca de 21-8, efectividad de 2.86, 10 ponches por cada nueve entradas y promedio de la oposición de .211 con una carga de trabajo de 3.1 entradas por partido, que es una de las más altas entre los equipos de primera división.

La ofensiva, encabezada por Cody Bellinger, Justin Turner, Corey Seager y Chris Taylor, es altamente productiva, con más de cinco carreras anotadas por encuentro. En la Liga Nacional, sólo Colorado y Washington han pisado el pentágono en más ocasiones.

Con tantos elementos a favor, se justifica la pregunta: ¿Cuál es el impacto real en términos de victorias y derrotas que podría tener la ausencia de Kershaw durante el resto de la serie regular?

El mes de Agosto está al doblar de la esquina, lo que quiere decir que los lanzadores abridores tendrían por delante de 10 a 12 presentaciones durante el resto de la serie regular. Considerando el respaldo ofensivo provisto por la ofensiva de los Dodgers a sus abridores, el promedio de carreras limpias de Kershaw y el de sus compañeros de rotación, una conclusión realista es que los sustitutos obtengan dos victorias menos que el as del conjunto.

Para un equipo que debe superar sin dificultad las 100 victorias y que disfruta de una amplia ventaja en su división, el impacto de ganar dos juegos más o menos sería mínimo. Así las cosas, el resto de la serie regular no es motivo de preocupación en este momento.

Ahora bien, la post-temporada es una historia distinta. En este momento, el equipo debe apostar a que el tiempo de recuperación de Kershaw ronde las seis semanas, de modo que pueda tener unas salidas en Septiembre y prepararse para la etapa más importante de la jornada.

Independiente de ese proceso, la gerencia del conjunto está conminada a tratar de fortalecer su cuerpo de lanzadores, a pesar de que hacer grandes cambios en el medio de la temporada no ha sido el modus operandi de Andrew Friedman, principal ejecutivo del conjunto.

Se hace necesario planear para lo peor, sobre todo al revisar las demás opciones con que cuenta el dirigente Dave Roberts. Alex Wood ha sido un regalo del cielo, ganando 11 de 12 decisiones, pero no ha tenido una salida de más de 100 lanzamientos y es esencialmente un pitcher de cinco o seis entradas. Lo mismo se puede decir de Kenta Maeda. Los demás, Brandon McCarthy (actualmente en lista de incapacitados), Rich Hill y Hyun-Jin Ryu han sufrido frecuentes lesiones.

Los Dodgers no ganan una corona desde 1988. Cuatro incursiones sucesivas en los playoffs entre 2013 y 2016 han concluido en fracasos. Igual que 2016 fue el año de los Cachorros, el 2017 luce su gran oportunidad. Es un momento para que la oficina actúe en consecuencia.

El Plan A sería agenciarse un abridor de primer nivel, como Yu Darvish o Justin Verlander. La segunda opción podría ser aumentar la profundidad del bullpen. Ya veremos lo que ocurre en las próximas 72 horas.