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CON LOS CAMPEONES

Indignación en el tenis dominicano

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Mario Emilio GuerreroTweeter: @megkrantz

A finales de la pasada semana, el mundo del tenis dominicano quedó impactado con la noticia de que Santiago Espaillat, director ejecutivo de la Federación Dominicana de Tenis (FEDOTENIS), había sido sometido a la justicia y se le dictó prisión preventiva, por agredir y seducir sexualmente a una jugadora cuando ésta era menor de edad. La denuncia fue presentada por la madre de la joven, quien en un interrogatorio declaró que los abusos comenzaron cuando su hija contaba con apenas 15 años de edad y Espaillat era su entrenador. La chica tiene actualmente 18 años.

Escándalo

Padres, entrenadores, jugadores activos y retirados, se han mostrado escandalizados y condenan enérgicamente este incidente, que empaña la buena imagen del tenis dominicano. Personalmente debo confesar que a mí no me ha sorprendido para nada la información y más bien esperaba que el escándalo explotara en cualquier momento. Digo esto, porque no fueron ni una ni dos, las veces que gente relacionada con el tenis se acercó a mí para decirme que sospechaba que Espaillat andaba en malos pasos, pues siempre estaba rodeado de menores de edad, a las que entrenaba, comportándose de manera que hacía sospechar que algo había detrás de su trato con las chicas.

Testigo

En las canchas del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte (COJPD), los comentarios de que Espaillat abusaba de las chicas que entrenaba, era un secreto a voces e incluso este tema era la comidilla de los jugadores en las gradas y penosamente motivo de chistes. De todo esto pude percatarme, cuando mi esposa y yo llevábamos a nuestro hijo Mario Antonio a entrenar con uno de los profesores que trabajan allí y veíamos a este individuo entrenar con la chica de la denuncia. Además, Espaillat llevaba a sus alumnas a los actos de la FEDOTENIS y a torneos en el interior del país, ante el asombro de quienes escuchaban los rumores sobre sus malsanas andanzas.

Denuncias

Tras hacerse público el sometimiento, de buena fuente supe que madres de jugadoras menores de edad y hasta mujeres que practicaban con Espaillat, se quejaban ante otros entrenadores por supuesto acoso sexual por parte de éste. También me informaron, que hubo personas que se acercaron al presidente de la FEDOTENIS, para advertirle sobre los rumores que circulaban sobre el susodicho, quien por años ha sido el responsable de confeccionar los cuadros de competencia en los diferentes torneos de la entidad y encargado del ranking nacional de jugadores. A pesar de ello, este individuo fue mantenido en su puesto, posición jerárquica que le permitía estar en contacto con las chicas que luego entrenaba.

Permisividad

Al hacer público estos testimonios no pretendo señalar que quienes dirigen la FEDOTENIS estuvieran de acuerdo con las supuestas agresiones de Espaillat a sus alumnas, eso jamás ha pasado por mi cabeza, pues sé que por el contrario, ellos también repudian las acciones que se atribuyen a este señor. Pero, lo que si hubo fue mucha permisividad en un asunto tan delicado. Desde que surgió la primera renuncia o el primer rumor, la FEDOTENIS debió investigar a fondo a Espaillat y al primer indicio, separarlo de su puesto en este organismo.

Muy tarde

Para hoy, sábado, la FEDOTENIS convocó una asamblea en el Parque del Este, a la que ha invitado a dirigentes, padres, jugadores, entrenadores y a toda persona relacionada con este deporte que quiera estar presente. En ese encuentro, de acuerdo con el presidente de la Federación, se hará público el rechazo de esa entidad a los supuestos actos delictivos de Espaillat, se le expulsará de por vida y se hablará a los padres y entrenadores de la relación de confianza que debe existir con los alumnos.

Confianza perdida

En buen dominicano, se está poniendo candado después del robo. Lo que se va a hacer debió haberse hecho hace tiempo y quién sabe cuántas acciones bochornosas se hubieran evitado y cuantas situaciones traumáticas y terribles se hubieran evitado a las víctimas.

Por desidia, desinterés y una solidaridad que alcanzó límites inaceptables, la iglesia estuvo demasiado tiempo en manos de Lutero. Una pena, porque de ahora en adelante, los padres tendrán que pensarlo muchas veces antes de confiar a sus hijos a los entrenadores.

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